El Abanca Ademar conquista la épica: finalista en la Copa del Rey y billete hacia Europa
El Abanca Ademar León protagonizó una de las mayores gestas recientes en el balonmano nacional al derrotar al Bidasoa Irún (34-35) en una semifinal de la Copa del Rey que será recordada por su intensidad, emoción y final dramático. El premio fue doble: la clasificación para la final contra el Barça y un billete directo para la próxima Liga Europea.
El choque arrancó con un ritmo frenético y efectividad total de ambos equipos. A los ocho minutos, el marcador ya reflejaba un 5-5, con Gorka Nieto liderando a los locales y Lindqvist empujando al Ademar. La igualdad era máxima y las defensas apenas lograban frenar la eficacia ofensiva.
El Bidasoa golpea primero, pero Ademar no se rinde
El conjunto vasco pareció tomar el control al borde del descanso. Iñaki Cavero, muy certero desde los siete metros, impulsó al Bidasoa hasta un 16-12 que hacía temer lo peor para los de León. Sin embargo, la respuesta ademarista llegó con coraje y calidad: Eduardo Fernández recortó diferencias y mandó el duelo al descanso con un 17-14 que mantenía a los suyos en la pelea.
En la reanudación, Javier Miñambres brilló con un golpe franco directo que puso el 19-18 y reavivó las esperanzas leonesas. Poco después, el 20-20 anunciaba un final impredecible. Tao devolvió la iniciativa a los vascos, pero el Ademar no se despegaba, aferrado a las paradas de Saeid y a una defensa heroica.
Las cinco claves de la épica victoria
Cuando el Bidasoa parecía escaparse gracias a la inspiración de Iñaki Cavero desde los siete metros, el Ademar no se descompuso. Dos paradas de Saeid y los goles de Eduardo Fernández limaron la brecha hasta el 17-14 al intermedio, evitando que el partido se rompiera y manteniendo la moral leonesa intacta.
El lateral leonés firmó dos dianas de puro talento que cambiaron la inercia: el golpe franco directo para el 19-18 y, sobre todo, el 30-30 a 13″ del final que forzó la prórroga. En un duelo donde cada posesión valía oro, su puntería fue oxígeno.
La expulsión del pivote vasco a falta de 10′ dejó al Bidasoa tocado, y ahí emergió la retaguardia ademarista: cambios rápidos en el 6-0, anticipaciones de Gonzalo Pérez y tres intervenciones consecutivas de Saeid que frustraron a Asier Nieto y Salinas. El Ademar pasó de ir a remolque a llevar la iniciativa.
Con 34-34 en la prórroga y 40″ por jugar, el primera línea se atrevió desde nueve metros. Su latigazo cruzado firmó el 34-35 definitivo y rubricó un encuentro en el que ya había sido clave para sostener a los suyos cada vez que el marcador se apretaba.
Mientras el Bidasoa se precipitaba en sus dos últimas acciones, el Ademar optó por ataques más largos, bloqueos al límite del pasivo y circulación paciente hasta encontrar tiro claro. Esa cabeza fría, unida a la solidez defensiva final, sentenció el billete a la final de Copa y a la próxima Liga Europea.
El partido se enciende: expulsión y prórroga
El ambiente se caldeó aún más con la expulsión directa de Jevtic por un golpe a Patryk Wasiak. En ese caos, Ademar supo mantenerse sereno. El Bidasoa lograba el empate (27-27) gracias a Esteban Salinas, y el final del tiempo reglamentario fue un intercambio agónico de goles: 30-29 para los locales con penalti de Nieto a falta de 20 segundos y empate de Miñambres a trece del final. Prórroga.
Corazón leonés en la prórroga
La prórroga fue un nuevo pulso de nervios. Adrián Fernández puso el 32-33 sobre la bocina del primer tiempo extra. Asier Nieto mantuvo al Bidasoa con vida con dos goles decisivos que igualaban una y otra vez el marcador (34-34). Pero el último rugido fue leonés: Eduardo Fernández, desde nueve metros, marcó el tanto que decidía todo.
El Bidasoa tuvo dos oportunidades de igualar, pero la tensión y el muro leonés lo impidieron. Sonó la bocina y el Ademar celebró: finalista de Copa, equipo de Liga Europea y ejemplo de entrega en un partido para la historia.
Una victoria con sabor a Europa
Con este triunfo, el Ademar no solo peleará este domingo a las 18:00 horas por levantar el título ante el Barça, sino que ya ha asegurado su presencia en la próxima edición de la Liga Europea, un regreso merecido al panorama continental tras una actuación que emocionó a su afición y honró su escudo.