La nueva glorieta de Ribaseca pone fin a un punto negro del tráfico provincial
La Junta de Castilla y León "continúa reforzando su compromiso con la mejora de la seguridad vial y la modernización de las infraestructuras viarias" mediante actuaciones "clave" como la recientemente finalizada en la intersección entre la CL-622 y la N-630, en el término municipal leonés de Ribaseca.
“Intervenciones como esta son fundamentales para garantizar una circulación más segura y fluida, especialmente en puntos con alta densidad de tráfico y riesgo de siniestralidad”, ha destacado el director general de Carreteras e Infraestructuras, Jesús Puerta, durante su visita a la nueva glorieta.
Puerta ha subrayado además que “la Junta trabaja de forma constante para adaptar nuestras carreteras a las necesidades actuales, priorizando aquellas actuaciones que resuelven problemas reales de los ciudadanos y contribuyen a una movilidad más eficiente en el territorio”.
Un punto conflictivo para el tráfico
La intersección entre la carretera CL-622 y la N-630 era uno de los puntos más conflictivos de la zona debido al elevado volumen de tráfico y a la dificultad para realizar algunos giros con seguridad, especialmente desde la N-630 en sentido León. El cruce existente, en forma de “T”, presentaba retenciones frecuentes y situaciones de riesgo.
Para solucionar estos problemas, la Junta ha construido una nueva glorieta que facilita todos los movimientos con mayor seguridad y mejora la fluidez del tráfico. El proyecto ha contado con una inversión de 638.259,35 euros y forma parte de la estrategia de la Consejería de Movilidad y Transformación Digital para mejorar los accesos y conexiones de la red autonómica.
Con esta actuación, la Junta de Castilla y León sigue apostando por unas carreteras más seguras, modernas y adaptadas a las necesidades reales de las personas.
La intervención
La glorieta tiene un radio de 22,5 metros en su eje central y dos carriles de 5 metros de ancho. Su diseño se ha adaptado a las características de cada una de las carreteras que confluyen en el cruce. Las isletas interiores están construidas con firme de hormigón pigmentado y bordillos rebasables, y la acera perimetral, de 6 metros de ancho, se ha pavimentado con adoquines de hormigón sobre una base sólida.
El interior de la glorieta se ha rellenado con grava blanca lavada, un material que mejora tanto la visibilidad como el acabado estético. Además, se ha ejecutado un paquete completo de firme con diferentes capas de materiales seleccionados y mezclas bituminosas, lo que garantiza la durabilidad del pavimento.
También se ha adaptado el sistema de drenaje, se ha instalado alumbrado LED de bajo consumo, se ha renovado la señalización vertical y horizontal, y se han colocado balizas, captafaros y defensas para aumentar la visibilidad nocturna y la seguridad. Se han repuesto además los servicios afectados, como las líneas de telecomunicaciones.
Obras "necesarias" para los pueblos
Durante la visita, Jesús Puerta ha insistido en que “la Junta seguirá invirtiendo en este tipo de obras porque sabemos que son necesarias para nuestros pueblos, mejoran la vida de quienes se desplazan cada día y previenen accidentes”.
Los trabajos han incluido actuaciones para movimiento de tierras y preparación del terreno; ejecución del firme, isletas, aceras y pavimentos; adecuación del drenaje; instalación del alumbrado; trabajos de señalización, balizamiento y defensas; y limpieza y finalización de la obra.