La increíble historia de Eufemiano 'el topo de la Mata' se hace filandón
La Casa Concejo de La Mata de Curueño acoge el viernes el evento con la participación de Julio Llamazares y Fulgencio Fernández
La Casa Concejo de La Mata de Curueño acoge el viernes 8 de agosto un filandón en homenaje a Eufemiano, ‘el topo de La Mata’, con la participación de Julio Llamazares y Fulgencio Fernández, que comenzará a las 19.30 horas. Después, se inaugurará una placa de recuerdo en la fachada de la casa familiar y se visitará la exposición ‘Raíces y memoria’ con fotos y documentos de Eufemiano Díez.
Cuenta Julio Llamazares que sus lectores de ‘Luna de lobos’ o ‘El río del olvido’ le suelen echar en cara que en alguna historia se le fue la mano pues resultan increíbles. “Curiosamente me lo dicen de las que son absolutamente reales, aquellas en las que no hay nada de ficción”, afirma el autor. Y una de esas historias es la de Eufemiano, que también fue llevada a ‘Los topos’, de Manu Leguineche y Jesús Torbado.
La increíble pero real historia del 'topo de la Mata'
Su protagonista pasó diez años enterrado vivo en la casa familiar (de 1937 a 1947), debajo de la tierra, en la corte de las ovejas, en una fosa excavada en el suelo, de dos metros de largo, menos de un metro de profundidad y ochenta centímetros de ancho, cubierta por un tablero y los excrementos de las ovejas que esparcía su padre y de donde salía de noche, cuando no acechaba la guardia civil o algunos vecinos. Su peripecia le convirtió en uno de los ‘topos’ que más tiempo pasó escondido y así es reconocido también en diversos estudios sobre la Guerra Civil.
En su escondite, donde “entraba justo y no se podía prácticamente mover” pasó momentos terribles, como una vez que un vecino regó la huerta y el agua se filtró hasta su nicho, comenzó a cubrirle y no tenía fuerzas para levantar el tablero. La historia de supervivencia de Eufemiano Díez tuvo su punto final en 1947, diez años después de que, junto con su padre, decidiera esconderse bajo tierra. “Ya no aguantaba más, parecía que las cosas habían mejorado algo y me entregué a la guardia civil en un cuartel que habían puesto para mí en Pardesivil”, manifestó.