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'Merinas y la industria de la lana'. ¿Y si el mejor regalo vuelve a ser un libro?

Portada del libro 'Merinas y la industria de la lana'.
Es un hecho cierto que Manuel Rodríguez Pascual es un autor imprescindible en todo cuanto atañe al mundo de la trashumancia. Su última obra pone el broche de oro a sus obras anteriores y además lo confirma como un experto en lana de merino leonés cuyo largo viaje de ida y vuelta hasta el continente australiano relata este libro

No es menos cierto también que un libro como este, ‘Merinas y la industria de la lana’, parece solamente posible en una editorial como Rimpego donde cada libro es una joya en la que nada se deja al albur. La maquetación, ilustraciones, pies de fotos, elección de los tipos y su tamaño animan a disfrutar de la lectura pausada de un libro que es voluminoso -cercano a las 500 páginas-y que el lector pronto entiende como definitivo en la materia. La editorial Rimpego, dirigida por Joaquín Alegre con dedicación, esfuerzo y entusiasmo envidiables desde su fundación en 2013, ha realizado con este libro (lo hace igualmente con otros) una apuesta tan fuerte y seria como arriesgada en unos tiempos de mucha oferta pero grandes dificultades para vender libros.

El autor Manuel Rodríguez Pascual.

Comparado con otros títulos de Manuel Rodríguez Pascual (León, 1949), este libro aporta un aspecto novedoso que el propio autor resume en la introducción: “recuperar la memoria histórica de la lana, su producción y comercio en nuestro país”. Hasta ahora se podría decir que la dedicación de Rodríguez Pascual se había centrado más en el estudio de la trashumancia de manera global proporcionándonos por primera vez una visión integrada de sus aspectos fundamentales. Esa ingente tarea, compiladora de lo histórico, lo legislativo, lo propiamente veterinario, los saberes seculares, lo paisajístico o etnográfico, por poner algún ejemplo, tuvo un momento de inflexión en el año 2013 cuando el autor obtuvo una beca de ‘Vista Linda Foundation’ que le permitió viajar a Australia y Nueva Zelanda. Gracias a ella el autor pudo conocer de primera mano los esfuerzos por seleccionar el merino para conseguir lana de excelente calidad y también las tareas de esquilero y claseo. Nada extraordinario, podría pensarse, si no fuera porque esas ovejas merinas australianas y neozelandesas, como Rodríguez Pascual nos recuerda, tienen una relación directa con la trashumancia peninsular y con aquella oveja merina “nacida en las sierras del norte de mano de pastores anónimos y ahora extendida por todo el mundo, sobre todo por el hemisferio sur, desde Australia y Nueva Zelanda hasta la Patagonia de Argentina y Chile. Pasando por Sudáfrica. Más de doscientos millones de cabezas, principales proveedoras de lana de calidad en el mercado internacional” ¡Quién nos lo iba a decir!

Un viaje de ida y vuelta

Esa estrecha relación fue el germen de este nuevo libro que comienza con unas breves pero imprescindibles pinceladas sobre la trashumancia y entra de lleno pronto en el proceso de obtención, tratamiento, manufactura y comercio de la lana hasta el siglo XVIII, “cuando España aún dominaba los mercados internacionales”. Parece que fue en la segunda mitad de ese siglo cuando la oveja merina, cuya salida del país se encontraba hasta entonces prohibida por considerarse contrario a los intereses de España, comenzó a dispersarse. Es extraordinariamente interesante el capítulo dedicado al estudio de la difusión internacional de las merinas en la que tuvieron un papel fundamental las cabañas de Negrete, El Escorial y El Paular. Desafortunadamente se demostró así cuán contraria fue aquella exportación a los intereses de España, en donde se inició una regresión imparable que se completó en la segunda mitad del siglo XX con una drástica y descorazonadora mengua del censo de merinas y, por supuesto, la reducción de trashumancia y trasterminancia a términos casi testimoniales.

En Nueva Zelanda y Australia Manuel Rodríguez Pascual cotejó la otra parte de la historia: en las antípodas, paraíso para la ganadería bovina y ovina, conoció lo que en España nunca se hizo realidad. Fue una experiencia que él define como aprendizaje. Aunque luego resultase que aún le quedaban varias (y arduas) tareas por hacer. Una, participar en el proceso de mejorar la calidad de la lana española impulsando el regreso a la península de los genes de aquellas merinas que nacieron en nuestras montañas leonesas. La explotación la Fuente de los Romero (Badajoz) dirigida por Argimiro Rodríguez Villarroel, lo materializó.

La otra tarea no fue menos difícil: escribir el libro. Y la última tampoco resultó fácil: encontrarse con Joaquín Alegre y la editorial Rimpego, artífices del libro que hoy el lector puede disfrutar de principio a fin. Viajes de ida y vuelta. Círculos que se cierran.

Merinas y la industria de la lana'
Manuel Rodríguez Pascual
Editorial Rimpego, 2024.
464 páginas