La Cultural mejora su versión con Samanes y la liberación de Luis Chacón
La Cultural y Deportiva Leonesa volvió a ganar, y lo hizo no solo con resultado, sino con sensaciones. Frente a un duro Barakaldo, los leoneses mostraron una imagen más sólida, estructurada y profunda. Y no fue casualidad. El entrenador, Llona, se atrevió con un cambio de pizarra que alteró la dinámica de las últimas jornadas: dejó atrás el trivote, colocó a Samanes en banda y, con ese ajuste, liberó a Luis Chacón del corsé del extremo.
La modificación táctica devolvió al equipo su fluidez ofensiva y reforzó su eje creativo. Samanes aportó amplitud y profundidad por fuera, mientras que Chacón, al moverse hacia dentro, emergió como una figura clave en la conexión entre líneas.
Samanes, profundidad en banda y solución en el área
La entrada de Diego Samanes en el once no solo fue una novedad, sino una de las claves del triunfo. Fijo en la banda izquierda, se convirtió por momentos en un puñal, ganando metros, estirando al equipo y generando espacios en el centro.
Su actuación tuvo premio: fue el encargado de rematar a placer en el segundo palo el centro preciso de Calderón que abrió el marcador. El gol es solo la punta del iceberg de su aportación. Con él abierto, la Cultural encontró una nueva vía para atacar que permitió, además, liberar a uno de sus jugadores más determinantes.
Chacón, liberado y decisivo por dentro
Luis Chacón fue el gran beneficiado del cambio de sistema. Aislado en la banda en partidos anteriores, su talento se diluía. Ante el Barakaldo, al actuar en posiciones interiores, cerca del área y con más libertad de movimientos, volvió a ser el jugador desequilibrante que necesita la Cultural en las grandes citas.
Desde la mediapunta o como interior, Chacón conectó juego, rompió líneas y generó superioridades. Su presencia en el eje ofensivo le dio al equipo una marcha más en el primer tiempo. “Salió de la cueva y el equipo lo agradeció”, resumía el ambiente en la grada.
Un susto tras el descanso y un final con suspense
A pesar de la mejoría táctica y del 2-0 momentáneo con el gol de Barri —que también tuvo que retirarse por lesión—, la Cultural sufrió tras el descanso. El Barakaldo fue mejor en la segunda parte y a punto estuvo de igualar el partido. La madera evitó hasta tres goles del conjunto vasco, que ofreció una de las mejores versiones vistas esta temporada en el Reino de León.
Llona, sin embargo, valoró por encima de todo el resultado. “Estos tres puntos nos acercan a la meta”, señaló el técnico, consciente de que la victoria les permite depender de sí mismos: si ganan en El Toralín el sábado, serán equipo de Segunda División.
El Toralín, el último peldaño
Con el equipo a un solo paso del ascenso, las sensaciones del sábado refuerzan una idea: el modelo más efectivo de esta Cultural es el que permite a sus piezas más determinantes —Chacón entre ellas— moverse con libertad. Y esa libertad nació con la apuesta por Samanes.
El sábado, el derbi leonés ante la Ponferradina B será mucho más que un partido. Puede ser el broche a una temporada que, con ajustes como el del último encuentro, ha encontrado la fórmula para volver a soñar en grande.