León estalla de emoción en su 'fanzone'
La plaza de toros de León vivió este 24 de mayo una de sus tardes más emocionantes, pero no por el arte del toreo, sino por una pasión diferente: la del fútbol. Miles de seguidores de la Cultural Leonesa convirtieron el coso leonés en una auténtica caldera culturalista. Pancartas, camisetas, cánticos y una ilusión que no cabía en las gradas. No era un evento cualquiera, era la gran final por el ascenso.
Durante más de 90 minutos, los aficionados sufrieron, gritaron, se abrazaron y aguantaron la respiración. Cada jugada se vivió como si fuese la última. Y cuando el pitido final confirmó el empate ante el Andorra, la plaza estalló de júbilo. La frase más repetida lo decía todo: «¡Que sí, que somos de Segunda!».
Así ha sido la fiesta en la fanzone
El Reino, colapsado: León necesitaba más espacio para soñar
Desde días antes se preveía un lleno absoluto en el Reino de León, y así fue. Con todas las localidades agotadas, el club habilitó de nuevo su fanzone oficial para permitir que nadie se quedara sin vivir el encuentro en comunidad. El lugar elegido: la plaza de toros. El acierto fue rotundo.
Con el apoyo logístico del colectivo Monoloco y la animación del grupo La Mayor, el ambiente fue una mezcla perfecta entre pasión y celebración, con música en directo, pantallas gigantes, bebidas y, sobre todo, mucha fe. El evento se convirtió en una auténtica fiesta colectiva.
Tensión, sustos... y una alegría que lo borró todo
No todo fue calma en la jornada. Los nervios pasaron factura desde el primer minuto. Hubo momentos de tensión, e incluso una pequeña trifulca que fue rápidamente controlada por los equipos de seguridad. Además, algunos fallos técnicos con el sonido y la señal al inicio hicieron temer lo peor.
Pero todo quedó en anécdota. Cuando la Cultural logró mantener el resultado que garantizaba el ascenso, las preocupaciones se evaporaron. El ruedo, completamente teñido de blanco, rojo y oro, se convirtió en un escenario de euforia incontrolable.
Un 24 de mayo que queda en la historia de León
Los gritos, las lágrimas, los abrazos y los cánticos se prolongaron hasta bien entrada la noche. León entera se echó a la calle. El sueño de volver al fútbol profesional ya es una realidad. Y no solo se celebró en el Reino, sino también en el corazón de la ciudad.
La plaza de toros se convirtió en símbolo de una afición que nunca dejó de creer. En el calendario del aficionado culturalista, esta fecha quedará marcada para siempre. Porque el ascenso se consiguió en el campo, pero también se ganó en las gradas y en cada rincón de León.
Hoy, la Cultural Leonesa es de Segunda. Y León, más que nunca, late a ritmo de fútbol.