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La Junta prevé que la economía de Castilla y León cierre 2025 con un crecimiento igual o superior al 2,8%

El portavoz de la Junta y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, presenta la Contabilidad Regional de Catilla y León, correspondiente al tercer trimestre de 2025. Foto: Miriam Chacón.
El tercer trimestre arroja un avance del PIB autonómico del 3,5% a pesar de la aportación negativa del sector exterior

La Junta calcula que la economía de Castilla y León cerrará 2025 con un crecimiento igual o superior al 2,8 por ciento, lo que permitiría cumplir con la previsión actualizada del pasado mes de octubre e incluso mejorarla. No obstante, el Ejecutivo espera que el Producto Interior Bruto (PIB) experimente un menor avance el próximo año, ya que estima será del dos por ciento, tal y como recogía en el límite de gasto no financiero para 2026, fijado por las Cortes.

En la comparecencia para presentar los datos de la Contabilidad Regional referida al tercer trimestre del año, el portavoz y consejero de Economía, Carlos Fernández Carriedo, aseguró que son “optimistas” con la evolución de la economía de Castilla y León ya que remarcó el crecimiento visto hasta ahora les hace pensar que se alcanzará o rebasará incluso el 2,8 por ciento previsto en octubre, un porcentaje que se revisó al alza, pues se había previsto un aumento del dos por ciento en 2025.

Igualmente, Fernández Carriedo recordó que para el siguiente ejercicio la Junta ha previsto un crecimiento del 2,2 por ciento en el ‘techo de gasto’ de 2026, ya que consideró es “difícil” mantener un ritmo “muy alto” el próximo año. Por tanto, confió en que puedan cumplir con esta previsión, si bien recordó que el comercio exterior es una “causa de preocupación" para la Junta, ya que señaló las exportaciones se están “resintiendo” por los aranceles y los conflictos internacionales.

De la misma forma, el consejero explicó que el PIB registró en el tercer trimestre del año una variación interanual del 3,5 por ciento, frente al 3,1 por ciento de los tres meses anteriores. Con ello, la variación intertrimestral se situó en el 1,8 por ciento, frente al 0,2 por ciento precedente. Este crecimiento es superior al del conjunto del Estado, que fue del 2,8 por ciento, así como el de la zona Euro (1,4 por ciento) y el de la Europa de los 27 -1,6 por ciento-.

Según Fernández Carriedo, las causas de este “buen comportamiento” de la economía se deben desde la perspectiva de la oferta al crecimiento del sector industrial, que avanzó un 6,2 por ciento, así como del sector servicios, en especial del transporte, la hostelería y las comunicaciones. De hecho, en términos interanuales, se observó un crecimiento en el valor añadido bruto de todos los sectores. En concreto, se produjo un mayor aumento en el sector primario, la industria y la construcción y un menor incremento en el sector servicios respecto del anterior trimestre.

Hogares y sector exterior

Desde el punto de vista de la demanda, en el tercer trimestre se registró una contribución positiva de la demanda interna al crecimiento del PIB de 3,8 puntos porcentuales, 0,3 más que en el periodo anterior (3,5 puntos). Sin embargo, la contribución del sector exterior pasó de cuatro décimas negativas a tres, ya que las exportaciones e importaciones registraron un descenso en este trimestre. 

Al respecto, el titular de Economía explicó que esto se debe a la imposición de aranceles en el mercado internacional, así como a los conflictos existentes en el mundo y al menor crecimiento de los socios europeos. De hecho, recordó que la Junta puso en marcha un plan de respuesta a las tasas anunciadas por Estados Unidos para mantener las exportaciones. También recordó los apoyos prestados a Iberaval para facilitar capital circulante a las empresas en su salida al exterior, así como la presencia en mercados “maduros” como el de Europa central. 

También, el gasto en consumo final creció un 2,9 por ciento en este tercer trimestre, una décima menos que en el trimestre anterior (tres por ciento), resultado del aumento del gasto en consumo final de los hogares igual que en el periodo precedente (3,3 por ciento) y del menor crecimiento del gasto de las administraciones públicas (dos y 2,3 por ciento, respectivamente).

En cuanto a la formación bruta de capital (inversión), anotó una variación del siete por ciento en este trimestre, superior a la del periodo precedente (4,6 por ciento), donde se aceleró la inversión en bienes de equipo y la de construcción. Según Fernández Carriedo, el aumento del consumo de los hogares está llevando a las empresas a redoblar su inversión en bienes de equipo para poder abordar en el futuro la demanda del mercado.

Con todo ello, el empleo, medido en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, definidos como el número de horas trabajadas entre la jornada media realizada en puestos de trabajo a tiempo completo, refleja una variación interanual del 1,2 por ciento, con un crecimiento en el sector primario y un menor aumento en la industria, la construcción y los servicios.