León arrastra un déficit de 3.000 viviendas en plena tensión del mercado inmobiliario
León necesita 2.884 viviendas adicionales para cubrir la demanda acumulada entre 2021 y 2024, según el último informe de CaixaBank Research. Esta carencia se produce en un contexto de envejecimiento poblacional y menor dinamismo demográfico que en otras provincias, lo que agrava el reto de atraer población y garantizar un mercado residencial accesible.
Castilla y León suma 18.210 viviendas pendientes
En el conjunto de la comunidad, el déficit acumulado asciende a 18.210 viviendas, con Valladolid a la cabeza (4.270), seguida de Burgos (3.058) y Salamanca (2.996). León se sitúa en cuarta posición, superando a Segovia (1.924), Ávila (1.725) y Zamora (649). Soria (264) y Palencia (440) registran cifras más bajas, aunque relevantes en proporción a su tamaño.
Impacto en los precios y la accesibilidad
El informe advierte de que la escasez de vivienda explica hasta el 39 % del encarecimiento de precios en España en el periodo 2021-2024. En Castilla y León, los precios han subido un 12,9 % en términos nominales, un incremento que está dificultando la emancipación juvenil y reduciendo la competitividad territorial.
Factores detrás del déficit
No se trata únicamente de la baja construcción de obra nueva. El auge del alquiler turístico, la compra de vivienda por extranjeros no residentes y la conversión de segundas residencias en viviendas principales están reduciendo la oferta disponible para los hogares leoneses.
A nivel estatal, la carencia acumulada se sitúa entre 515.000 y 765.000 viviendas, lo que equivale a cerca del 80 % de los hogares netos creados en el periodo analizado. Castilla y León no escapa a esta dinámica, aunque la presión se concentra en capitales y zonas con atractivo turístico o de inversión.
Reclamo del sector
Los promotores reclaman más agilidad en los trámites. “La vivienda no puede esperar; la lentitud administrativa está bloqueando la respuesta a una necesidad social evidente”, señala la patronal del sector. CaixaBank Research coincide en este diagnóstico y advierte de que, si no se revierte la tendencia, el déficit seguirá aumentando en los próximos años.