El sector turístico prevé una caída del 1,1% de las ventas para Castilla y León para el último trimestre
El cuarto trimestre de 2025 apunta a una desaceleración de los ritmos de crecimiento de las ventas en España de las empresas turísticas hasta el dos por ciento (por debajo del 2,8 por ciento del tercer trimestre). Unas expectativas empresariales que en el caso del destino de Castilla y León son negativas, con una caída interanual del 1,1 por ciento, que supone la única bajada en España. Unos datos que contrastan con el buen comportamiento registrado en verano, después de que la Comunidad lograra aumentar un once por ciento sus ingresos turísticos, con respecto al mismo periodo del año pasado, solo por detrás de La Rioja (13,1 por ciento). Unos ingresos que son muy superiores al incremento de pernoctaciones hoteleras entre junio y agosto registrados en Castilla y León, que solo subieron un 1,8 por ciento.
El informe de Exceltur, con una valoración turística empresarial del tercer trimestre de 2025 y las perspectivas de ventas de cara al último trimestre y el cierre del año, constata que el turismo ralentiza su dinamismo en España. Hasta el punto que los empresarios turísticos descuentan un cuarto trimestre de 2025 con una nueva moderación de los ritmos de crecimiento, lo que lleva a revisar a la baja la estimación del aumento del PIB turístico del conjunto del año hasta el 2,8 por ciento, por debajo del 3,3 por ciento que se presentó en julio.
Factores favorables para Castilla y León
Las buenas cifras de Castilla y León, según el estudio consultado por la Agencia Ical, se producen en un escenario de “relajación” del sector turístico a lo largo del año y que se han confirmado en los meses centrales del verano. Exceltur justifica este posicionamiento de la Comunidad por una “favorable” relación entre recursos culturales y naturales y menor precio. Algo de lo que también se benefician La Rioja (aumento del 13,1 por ciento de ingresos turísticos) y Castilla-La Mancha (10,6 por ciento), junto al País Vasco (10,4 por ciento) y Cantabria (9,3 por ciento). Baleares (9,7 por ciento) disfruta igualmente de un buen verano en ingresos, principalmente gracias a la mejora de precios, mientras Andalucía (9 por ciento), Murcia (8,7 por ciento) y Canarias (8,2 por ciento) observan también un crecimiento en afluencia. Madrid (1,7 por ciento) y Cataluña (0,8 por ciento), que venían creciendo de forma intensa frenan esta tendencia, con ligeros aumentos de sus ingresos mientras que Extremadura (-0,6 por ciento) y Navarra (-4,5 por ciento) sufren caídas.
La malas expectativas empresariales por destinos para Castilla y León para el último trimestre del año, recogidas en la Encuesta de confianza empresarial de Exceltur -cerrada el 1 de octubre- se contraponen a las más positivas como Cantabria (3,4 por ciento), Castilla-La Mancha (3,2 por ciento), Madrid y País Vasco (2,7 por ciento, en cada caso) y Asturias y Murcia (2,1 por ciento, en ambos). Las mejoras más tenues tienen lugar en Valencia y Canarias (0,5 por ciento), Baleares (0,6) y Andalucía (0,7 por ciento).
Riesgo de menor contribución del turismo al PIB
De confirmarse esas cifras, Exceltur alertó, según recogió Ical, que el turismo dejará de ejercer de “contribuidor neto” al crecimiento de la economía española, tras tres años (de 2021 a 2024) en los que el turismo ha explicado el 53 por ciento del aumento del valor añadido real en el país. “Se abre, de esta manera, un nuevo escenario caracterizado por positivos resultados empresariales cuyos ritmos de crecimiento estarán cada día más asociados a la evolución de los condicionantes macroeconómicos y la capacidad de inversión de empresas y destinos en propuestas de mayor valor que justifiquen una mayor contribución sin mayor afluencia, ante la situación de colmatación que presentan algunos destinos, especialmente en temporada alta”, añadió.
Ante este panorama, la patronal del sector defiende la necesidad de seguir trabajando de forma conjunta, sector público y privado, en estrategias y acciones que favorezcan la mejora de la contribución del turismo, la experiencia de los turistas y la calidad de vida de la sociedad y evitar “medidas punitivas” y nuevas cargas fiscales que “solo pueden ahondar en un debilitamiento de la competitividad de un sector, que debe seguir aportando a la prosperidad de los españoles”.