El lío de Ponferrada
El Ayuntamiento de Ponferrada volvió a evidenciar la parálisis institucional que atraviesa el municipio tras el rechazo en el pleno del convenio con la Junta de Castilla y León para reconstruir las piscinas climatizadas del complejo deportivo Lydia Valentín, cerradas desde hace meses por su deterioro estructural y riesgo de derrumbe.
El punto fue rechazado al no alcanzar la mayoría absoluta necesaria, debido a la abstención del PSOE y el voto en contra de Vox, pese a que el alcalde, Marco Morala (PP), había advertido la víspera de la importancia del acuerdo. El proyecto preveía una inversión total cercana a tres millones de euros, con una aportación de un millón a fondo perdido por parte de la Junta y el resto financiado mediante los ahorros derivados de la mejora en eficiencia energética.
El enfrentamiento político se agrava
El resultado de la votación refleja el bloqueo político que vive el consistorio ponferradino, donde las diferencias entre gobierno y oposición dificultan la aprobación de proyectos estratégicos. El equipo de gobierno, formado por Partido Popular y Coalición por el Bierzo (CxB), defendió que el plan suponía “una oportunidad histórica” para recuperar una infraestructura “sin coste para los vecinos”.
Sin embargo, el PSOE, encabezado por Olegario Ramón, justificó su abstención recordando que la obra podría haberse acometido con los remanentes de 2022, cuando gobernaban. “El consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones se comprometió a financiar la obra íntegramente”, afirmó Ramón, quien también señaló que “la parte civil no supera los 700.000 euros, por lo que con la aportación de la Junta se podrían cubrir los trabajos esenciales”.
Por su parte, la portavoz de Vox, Patricia González, respaldó la tesis socialista y acusó a PP y CxB de “querer engañar a los ponferradinos” y de “condenar al municipio a más deuda”.
Morala: “Han dicho no a los ciudadanos”
Visiblemente molesto tras la votación, el alcalde Marco Morala lamentó el resultado y reprochó a la oposición su falta de responsabilidad. “Estas piscinas cubiertas, que datan de la época de Celso Gavela, están en un estado crítico. Es un edificio enfermo”, señaló antes de subrayar que la negativa supone “un perjuicio social, deportivo y económico”.
El regidor apeló directamente a PSOE y Vox: “A los que han dicho no, cualquier persona lo consideraría un error. Si saben que hay que arreglarlas, que dilatarlo lo encarecerá y que nuestra obligación es velar para que los ponferradinos no tengan que pagarlo, que lo expliquen a los ciudadanos en la calle”.
Morala insistió en que el rechazo al proyecto equivale a “decir no a los deportistas, a los usuarios que la usan para mantener su salud, al ahorro energético y a un millón de euros que ponía la Junta”.
Los usuarios, los grandes perjudicados
Durante el pleno, también intervino un vecino y usuario del complejo deportivo, quien recordó que las piscinas climatizadas del Ángel Pestaña “no son suficientes” para cubrir la demanda. La clausura del complejo Lydia Valentín, nombrado en honor a la campeona berciana, ha dejado sin espacio de entrenamiento a numerosos clubes y ciudadanos que utilizaban la instalación con fines terapéuticos o de salud.
Con la votación de este jueves, el proyecto queda paralizado y sin fecha de reactivación. El bloqueo político vuelve a poner en evidencia la fragilidad del gobierno municipal y deja en el aire una infraestructura clave para la vida deportiva y social de Ponferrada.