El segundo milagro en Lusio: renace entre escombros
Hasta el pasado mes de agosto, Lusio era un rincón tranquilo de El Bierzo, con apenas una treintena de vecinos y un puñado de casas de piedra. Hoy, el paisaje ha cambiado por completo: calles cubiertas de ceniza, muros derrumbados y árboles carbonizados conforman el escenario de un pueblo arrasado por el fuego.
El incendio que comenzó en una ladera cercana avanzó sin control y acabó con todas las viviendas, excepto una. La única edificación que resistió fue la casa que acogía la imagen de la Virgen de Santa María, salvada previamente de la ermita en una operación que los vecinos no dudan en llamar “el milagro de Lusio”.
Maquinaria para el desescombro
En los últimos días, retroexcavadoras y camiones han tomado las calles de la localidad. Es el segundo milagro. Su objetivo es retirar toneladas de escombros que dejaron las llamas para preparar el terreno de cara a la futura reconstrucción.
Técnicos y operarios trabajan a contrarreloj para despejar el núcleo urbano y evitar riesgos de derrumbe en lo que queda de algunos muros inestables.
Vecinos desplazados y recuerdos perdidos
La treintena de habitantes de Lusio permanece realojada en municipios cercanos, principalmente en Ponferrada. “Nos dijeron que saliéramos con lo puesto, que no había tiempo”, recuerda una vecina que apenas pudo rescatar algunos documentos antes de la evacuación. Otros, tratan de recuperar pequeñas pertenencias entre los cascotes calcinados; hay pucheros, cubiertos, útiles de labranza, restos de mobiliario y los recuerdos perdidos entre la ceniza.
Del dolor a la esperanza
Aunque la destrucción es total, la comunidad mantiene la esperanza de ver renacer a su pueblo. El fuego se llevó las casas, pero no la forma de vivir. La Junta de Castilla y León ya ha aprobado ayudas para infraestructuras básicas en la zona, como el alumbrado público, las canalizaciones y los propios inmuebles.
La ayuda aliviará la desgracia vivida, pero no impedirá que la pena se extienda en el tiempo.