Parte de la bóveda se desploma y obliga a clausurar la iglesia románica de Arganza
El derrumbe de unos 30 metros cuadrados daña seriamente el templo de Santa María de la Asunción y abre un incierto proceso de restauración para salvar un edificio con huellas góticas y renacentistas
Las primeras en descubrir la tragedia fueron las feligresas encargadas de la limpieza, que hallaron en el suelo los restos de la bóveda central. El derrumbe —unos 30 metros cuadrados de superficie— afectó a la denominada falsa cubierta y dejó a la vista grietas estructurales que hacen temer por la estabilidad del conjunto.
A primera hora de la mañana del lunes, la arquitecta del Obispado de Astorga, el ecónomo diocesano, el párroco Alberto Morán y el alcalde de Arganza, Javier Ovalle, inspeccionaron el interior. Tras comprobar el alcance de los daños, acordaron cerrar la iglesia de forma indefinida.
“Resulta imprescindible un saneamiento integral de la cubierta”, admitió la técnica, al tiempo que el sacerdote expresaba su “desolación e impotencia” por la magnitud del desastre.
Patrimonio en riesgo: un templo con mil años de historia
Santa María de la Asunción conserva vestigios del románico original, aunque las sucesivas reformas dejaron también rastros góticos y renacentistas. El desprendimiento amenaza con borrar elementos singulares de un edificio que ha sobrevivido casi un milenio pero que ahora se encuentra “en una situación límite” para la conservación patrimonial del Bierzo.
Próximos pasos y financiación incierta
El Obispado de Astorga redactará un estudio técnico y, más tarde, un proyecto de restauración que cifre el coste y establezca cómo sufragarlo. La diócesis reconoce que necesitará apoyo institucional y colaboración ciudadana para acometer unas obras cuyo presupuesto se prevé “elevado”.
Culto trasladado a otra iglesia también dañada
Mientras se decide el futuro de Santa María, las celebraciones litúrgicas se trasladan a la iglesia de San Miguel, dentro del mismo municipio. No obstante, este segundo templo “también requiere reparaciones urgentes”, recordó el párroco, lo que subraya la fragilidad del patrimonio religioso en la zona.
Vecinos, autoridades y diócesis coinciden en que el derrumbe pone de relieve la urgencia de invertir en conservación antes de perder de forma irreversible edificios históricos que definen la identidad cultural de Arganza y del Bierzo.