Ponferrada activa el 'nivel 1' de emergencia por corrimientos de tierra que contaminan el agua e impiden la depuración
Un corrimiento de tierra registrado en la carretera de Peñalba de Santiago ha desencadenado una llegada masiva de sedimentos a la estación de tratamiento de agua de Ponferrada, según los informes técnicos trasladados al Ayuntamiento, lo que ha obligado que éste declare el nivel 1 de emergencia.
El episodio, que moviliza barro, piedras y restos vegetales, ha provocado un aumento súbito de la turbidez en los caudales de entrada a la planta.
La empresa concesionaria advierte de que, en estas circunstancias, la capacidad de potabilización podría verse comprometida en un margen de tres a cinco horas, de no mitigarse la situación. La incidencia ha llevado al consistorio a activar el nivel 1 del Plan Municipal de Protección Civil, con el objetivo de garantizar la continuidad del abastecimiento.
Medidas municipales y refuerzo del suministro
El Ayuntamiento ha planificado la instalación de puntos de abastecimiento temporal para asegurar agua apta para el consumo en caso de que la planta principal quede inoperativa. La ubicación de estos puntos se difundirá a través de los canales oficiales del Consistorio, incluidas sus redes sociales y medios locales.
Paralelamente, se ha solicitado a los vecinos un uso prudente del agua, especialmente en tareas no esenciales, mientras operarios y técnicos trabajan en recuperar la normalidad en la potabilizadora.
Coordinación institucional y ajustes en la agenda pública
La gestión del incidente está siendo supervisada por el Comité de Coordinación de Emergencias Municipal, que evalúa riesgos y centraliza recursos junto a Protección Civil y la empresa explotadora del servicio. La situación ha obligado al portavoz de Coalición por el Bierzo, Iván Alonso, y a miembros de su formación a cancelar su participación prevista en la Feria Intur de Valladolid, para seguir de cerca la evolución del operativo.
Un episodio que subraya la vulnerabilidad del suministro
El deslizamiento, originado en un tramo montañoso especialmente expuesto a fenómenos meteorológicos adversos, ha puesto de manifiesto la fragilidad de las infraestructuras de captación ante alteraciones repentinas del terreno. Las autoridades locales prevén emitir nuevas actualizaciones conforme la turbidez del agua y el ritmo de tratamiento evolucionen a lo largo de la jornada.