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Efecto Pasillo prende fuego a León con su pop contagioso

Efecto Pasillo, sobre el escenario, propició la locura de los presentes en el concierto.
La banda canaria llena la explanada de los Pendones Leoneses con su energía arrolladora y despide por todo lo alto las fiestas de la ciudad

La explanada de los Pendones Leoneses fue el escenario de una de las noches más vibrantes de las fiestas de León. Miles de personas se congregaron este sábado para disfrutar del directo de Efecto Pasillo, banda que convirtió el recinto en una auténtica fiesta a cielo abierto. Con su característico estilo, una mezcla de pop, funk y ritmos latinos, el grupo logró conectar de inmediato con un público entregado desde el primer acorde.

Aunque era la primera vez que actuaban en León, la acogida fue tan cálida que la banda se sintió como en casa. “Teníamos muchas ganas de visitar esta ciudad”, confesaron desde el escenario entre canción y canción, agradecidos por el entusiasmo de los asistentes.

Un repertorio pensado para el disfrute colectivo

Efecto Pasillo abrió la noche con “Baila”, una carta de presentación perfecta que encendió el ambiente desde el inicio. A este le siguieron “Cada loco con su tema” y “Funketon”, temas que evidenciaban la intención del grupo: ofrecer una actuación dinámica y repleta de sus éxitos más reconocidos.

Uno de los momentos más emotivos llegó con “No importa que llueva”, que el público comenzó a corear incluso antes de que sonara. A pesar de las bajas temperaturas de la noche leonesa, el calor humano fue palpable. Nadie quiso perderse esta oportunidad de ver a los canarios sobre el escenario.

"Pan y mantequilla": el himno compartido

La recta final del concierto fue un estallido de alegría colectiva. Temas como “Cuando me siento bien” y especialmente “Pan y mantequilla” hicieron que el público, ya totalmente entregado, cantara al unísono sin importar si estaban junto al escenario o al fondo de la explanada. Fue, sin duda, el clímax de la noche, un momento de unión y celebración que dejó claro por qué estas canciones llevan más de una década formando parte de las bandas sonoras del verano.

Con su energía y cercanía, Efecto Pasillo no solo ofreció un concierto, sino que regaló a León una noche para el recuerdo. Un broche perfecto para unas fiestas que se despiden con el mejor sabor de boca.