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Luz verde ambiental a Embutidos Rodríguez, que podrá sacrificar 550 cerdos a la hora

Un camión en la planta de Embutidos Rodríguez.
La autorización de la Junta de Castilla y León permite una inversión de 14 millones para incrementar la capacidad de sacrificio hasta 8.000 cerdos diarios y modernizar la gestión de residuos en la planta propiedad del Grupo Vall Companys

La empresa Embutidos Rodríguez S.L., asentada en el municipio leonés de Soto de la Vega, ha recibido autorización ambiental definitiva por parte de la Junta de Castilla y León para ejecutar dos importantes ampliaciones en su complejo cárnico. La resolución, publicada el pasado 15 de julio en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), permite a la compañía poner en marcha una inversión de 14 millones de euros. La autorización ha sido publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) del pasado día 15 de julio.

Con esta ampliación, se prevé un incremento significativo de la capacidad productiva, alcanzando el sacrificio de hasta 8.000 cerdos diarios, lo que equivale a unos 1.250.000 animales al año, incluyendo 250.000 ibéricos y un millón de cerdo blanco. Esto situará a la planta como una de las mayores del sector en el norte peninsular, tanto por volumen como por capacidad de transformación. La planta, recuerda la Junta en el Bocyl, tiene capacidad efectiva para el sacrificio de 550 cerdos a la hora.

"El proceso productivo del grupo se centra en el sacrificio, despiezado, elaboración y comercialización de productos frescos y congelados procedentes tanto de cerdo blanco como de cerdo ibérico, así como elaboración de productos cárnicos de cerdo blanco e ibérico (embutidos, embuchados, salazones, adobados, jamón y paleta curada). Para ello, la empresa cuenta con unas instalaciones suficientes para procesar 550 cerdos por hora", se advierte en el Bocyl. 

Un gigante industrial con origen leonés

Fundada hace varias décadas en la comarca de La Bañeza, Embutidos Rodríguez es hoy propiedad del Grupo Vall Companys, que adquirió la totalidad de la empresa en 2023. Este grupo catalán, con sede en Lleida, se ha convertido en el mayor operador alimentario de España por volumen de negocio, desbancando a gigantes como Coca-Cola en el ranking nacional.

La planta de Soto de la Vega ya procesa anualmente más de 113 millones de kilogramos de carne porcina, transformados en productos frescos, congelados y elaborados como jamón, paleta, cecina, embutidos y salazones. Con la ampliación, podrá alcanzar una capacidad de producción diaria de 460 toneladas, incluyendo 120 toneladas de producto congelado y hasta 25 toneladas diarias de embutidos y curados.

Nueva depuradora, más cuadras y control de residuos

El proyecto aprobado contempla una serie de actuaciones clave para la sostenibilidad ambiental del complejo. Entre ellas destaca la construcción de una nueva depuradora de aguas residuales, un centro de transformación eléctrica, un lavadero de camiones y un nuevo aparcamiento para vehículos pesados. También se ampliarán las cuadras para albergar a los animales de forma segura antes del sacrificio.

Un aspecto relevante de esta modificación es la actualización del sistema de gestión de residuos, mediante el cual Embutidos Rodríguez asumirá el rol de gestor in situ. Esto supone que los residuos generados se tratarán en las propias instalaciones, bajo estándares técnicos exigentes.

Trámite ambiental favorable y sin alegaciones

El proceso de autorización ha incluido todos los informes sectoriales y fases de información pública pertinentes, sin que se hayan presentado alegaciones significativas. En el expediente consta una declaración de impacto ambiental favorable emitida el 9 de mayo, así como informes favorables de organismos como la Confederación Hidrográfica del Duero, que evaluó el proyecto debido a la cercanía del arroyo de Huergas, a solo 160 metros de las instalaciones.

Los servicios territoriales de Medio Ambiente, Industria y Sanidad en la provincia de León también emitieron informes positivos, destacando el cumplimiento de la normativa europea en cuanto a emisiones, gestión de residuos peligrosos (más de 10 toneladas anuales), control de olores y adaptación a las Mejores Técnicas Disponibles (MTD) del sector cárnico.

Plazo de un año para poner en marcha las mejoras

La compañía dispone ahora de un plazo de 12 meses desde la notificación de la autorización para iniciar la ejecución de los cambios aprobados. Durante este periodo deberá demostrar el cumplimiento estricto de los requisitos técnicos y medioambientales establecidos por la Junta.

Con esta actuación, el matadero leonés aspira a reforzar su liderazgo dentro del sector agroalimentario español, mejorar su eficiencia operativa y garantizar un tratamiento responsable de sus residuos y emisiones. La expansión representa también una apuesta por el arraigo industrial en el medio rural leonés, en un contexto de creciente demanda nacional e internacional de productos cárnicos de alta calidad.