Aucalsa prevé recaudar 1.746 millones de euros en peajes de la AP-66 hasta 2050
La Autopista del Huerna (AP-66), que une León con Asturias a través de la cordillera Cantábrica, se ha consolidado como un corredor viario estratégico para los leoneses, tanto en términos de movilidad cotidiana como de transporte de mercancías.
El trazado, inaugurado en 1983, es el principal eje de comunicación entre la meseta y el Principado, pero su futuro sigue rodeado de incertidumbre debido a la prórroga de la concesión a la empresa Aucalsa, cuestionada por la Comisión Europea.
Millonario negocio de peajes
Según las proyecciones económicas incluidas en sus cuentas de 2021, Aucalsa prevé ingresar 1.746 millones de euros en peajes entre 2025 y 2050. La tarifa actual para turismos asciende a 15,60 euros, lo que convierte a la AP-66 en una de las autopistas más caras de España.
En total, la concesionaria estimaba una facturación de 2.150 millones de euros en el periodo 2019–2050, con una media de 67 millones anuales procedentes del pago de los usuarios.
Riesgo de indemnizaciones millonarias
Si el Gobierno central decidiera liberar el peaje antes de que expire la concesión en 2050, Aucalsa reclamaría una compensación económica que podría incluso superar los ingresos previstos. Este escenario también podría producirse si el Tribunal de Justicia de la Unión Europea obligase a anular la concesión por considerarla irregular.
Silencio empresarial e intereses extranjeros
Ni Aucalsa ni el Ministerio de Transportes han querido pronunciarse sobre la situación actual de la autopista. La concesionaria forma parte del grupo Itínere, controlado por APG, el mayor fondo de pensiones de Países Bajos.
Además, la Comisión Europea ha autorizado recientemente la entrada del fondo suizo Swiss Life en el capital de Itínere, reforzando así el peso de los inversores extranjeros en la gestión de esta infraestructura crítica para la provincia leonesa.