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'El 124': el autobús de aluminio que hizo brillar las carreteras de León

El '126' con su singular carrocería de aluminio.
El emblemático vehículo de la antigua Empresa Fernández, restaurado por Alsa, reaparece en Ribadeo como símbolo del ingenio leonés en el transporte del siglo XX

Durante estos días, la localidad gallega de Ribadeo ha acogido una exposición muy especial: la del histórico autobús ‘El 124’, una joya de la ingeniería leonesa que marcó un antes y un después en el transporte por carretera la provincia. Este vehículo, fabricado estructuralmente en los talleres propios de la Empresa Fernández en León durante los años sesenta, destaca por su peculiar carrocería de aluminio, un diseño único que lo hizo famoso en la provincia por su aspecto brillante y moderno para la época.

La revolución de Martiniano Fernández

Los orígenes de la Empresa Fernández se remontan a los años veinte, en plena montaña oriental leonesa, en zonas como Cistierna, Acebedo o Portilla de la Reina. Su fundador, Martiniano Fernández, tuvo la visión de crear una red sólida de transporte de viajeros conectando estas zonas rurales con la capital provincial. Bajo su dirección, la empresa introdujo innovaciones tecnológicas pioneras en la gestión del transporte y diseño de vehículos.

Una de esas revoluciones llegó en los años sesenta con la transformación de antiguos autobuses en auténticas piezas de ingeniería moderna. ‘El 124’ fue originalmente un Ford con motor Hércules y 27 plazas, con el conductor ubicado detrás del eje delantero, imitando el diseño de los camiones de la época. Posteriormente, recibió un nuevo bastidor fabricado en Mintegui (Bilbao) y fue equipado con un motor diésel Thames Trader.

Un diseño brillante y exclusivo

Lo que realmente hizo único a este autobús fue su ligera carrocería de aluminio, desarrollada en León por los propios trabajadores de Fernández bajo la marca propia Marchiano Fernández. Estos vehículos eran fácilmente reconocibles por el efecto que generaban los rayos del sol al reflejarse en su superficie metálica. Circularon durante más de dos décadas, hasta los años 80, y se convirtieron en un elemento familiar en las carreteras y pueblos de la provincia.

Imagen del '124'. El vehículo 3.350 matriculado en León.

"Era imposible no fijarse en ellos", recuerdan quienes vivieron aquella época. Cada modelo tenía su propia personalidad. No había dos iguales. Era una flota irrepetible.

Orgullo preservado: de Fernández a Alsa

Tras décadas de servicio, la Empresa Fernández se integró en Alsa en 1994, asegurando la continuidad de su legado en rutas tan emblemáticas como León-Valladolid-Madrid. Lejos de desaparecer, la memoria de Fernández se mantiene viva en iniciativas como la restauración de ‘El 124’, que Alsa conserva como parte de su patrimonio histórico.

El autobús no solo simboliza el ingenio y la capacidad técnica de una empresa familiar leonesa, sino también el espíritu de conexión rural que caracterizó a Fernández durante toda su existencia.

De la montaña leonesa a las vitrinas del recuerdo

Exhibido estos días en Ribadeo, el modelo Ford Thames Trader de 1948 recuerda a visitantes y nostálgicos cómo León fue capaz de fabricar, con medios propios, una flota de autobuses completamente diferente a la del resto de España. Para muchos, ‘El 124’ es más que un autobús: es un pedazo brillante de la memoria colectiva leonesa.

Un vecino observa el singular autobús que originariamente recorría la provincia de León.