El cardenal Artime, el hombre que amaba León, gana protagonismo como papable tras una emotiva misa en honor a Francisco
La basílica de San Pedro acogió este 3 de mayo una eucaristía solemne en sufragio por el Papa Francisco, recientemente fallecido. La ceremonia, presidida por el cardenal Ángel Fernández Artime, reunió a todo el colegio cardenalicio y miles de fieles bajo el imponente baldaquino de Bernini.
En su homilía, el cardenal asturiano trazó un programa espiritual basado en el “asombro” frente al Resucitado, en contraste con la “consternación” inicial de los discípulos, y apeló a un renovado testimonio de la vida consagrada.
Artime, figura ascendente en Roma
Desde su creación como cardenal en noviembre de 2023 por el propio Francisco, Fernández Artime ha protagonizado un ascenso meteórico.
Fue nombrado prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica en enero de 2025, apenas un mes antes de ser señalado por muchos analistas vaticanos como uno de los papables tras la muerte del pontífice argentino. Su mensaje en San Pedro, centrado en la centralidad de Cristo y el servicio a los últimos, consolida su perfil entre los posibles sucesores de Francisco.
Un lazo profundo con León
Aunque nacido en Luanco (Asturias), Fernández Artime fue ordenado sacerdote en León en 1987, una ciudad con la que mantiene vínculos personales y espirituales gracias a la benefactora leonesa María Sánchez Miñambres. Tal como recoge la escritora Marta Prieto, fue ella quien facilitó que el joven Ángel ingresara en la comunidad salesiana, lo que marcaría su trayectoria eclesial desde sus primeros pasos.
“No antepongas nada al amor de Cristo”
Durante su homilía, el cardenal citó a san Alfonso María de Ligorio, san Juan María Vianney y san Juan Pablo II para enfatizar la importancia del testimonio radical y profético. Defendió una Iglesia que se incline a servir, que no tema la pobreza ni las persecuciones, y en la que los consagrados vivan el evangelio con entusiasmo renovado. “Todos los bautizados estamos llamados a ser testigos del Señor”, afirmó.
Mujeres consagradas: presencia activa en el camino sinodal
En la celebración también intervinieron voces femeninas como la de la Hermana Mary T. Barron, presidenta de la UISG, quien recordó con gratitud la sensibilidad del Papa Francisco hacia las mujeres consagradas. Barron definió al pontífice como un pastor compasivo y humilde, y prometió que la misión continuará “encendiendo fuegos” desde el servicio.
Un legado de humanidad evangélica
El Padre Mario Zanotti, secretario de la Unión de Superiores Generales, subrayó que el legado del Papa Francisco es “una humanidad profundamente cristiana”, capaz de sacudir costumbres vacías con la fuerza del Evangelio. En este espíritu, Fernández Artime llamó a no anteponer nada al amor de Cristo, evocando el lema de san Benito como guía para una Iglesia viva, coherente y profética.