Colapso total en las urgencias del Hospital de León con saturación extrema y pacientes en espacios improvisados

Las urgencias del Hospital de León (Caule) viven en los últimos días una situación de colapso asistencial que en el caso del pasado día 26 obligó a habilitar espacios adicionales ante la ocupación total de los boxes. Así lo ha denunciado la Unión Sindical Obrera (USO), que advierte de riesgos para la seguridad de los pacientes y para el trabajo de los profesionales sanitarios.

Según el sindicato, desde las 12:30 horas fue necesario recurrir a zonas improvisadas para atender a personas en tratamiento, en proceso diagnóstico o pendientes de traslado a planta o incluso a otros centros hospitalarios.

Esperas hasta la puerta del servicio

La presión asistencial se hizo visible desde primeras horas de la tarde. USO señala que las colas para el triaje “llegaban hasta la puerta” del servicio de urgencias y que, a las 17:00 horas, al menos 25 pacientes permanecían en lo que se conoce como “esperas fuera”, a la espera de que quedara libre un box.

Esta situación, subraya el sindicato, no es puntual, sino el reflejo de una saturación que se arrastra desde hace tiempo y que se agrava en periodos de alta demanda, como las fechas navideñas.

Riesgos en espacios no adecuados

Desde la organización sindical se insiste en que estos espacios habilitados de manera provisional no reúnen las condiciones necesarias ni para la atención sanitaria ni para el desempeño profesional. “La atención en ‘esperas fuera’ puede llevar a errores, porque no se cumplen los circuitos correctos ni la trazabilidad adecuada en la asistencia”, advierte USO.

A su juicio, el uso continuado de estas zonas incrementa el riesgo clínico y dificulta un seguimiento seguro y ordenado de los pacientes.

Obras pendientes desde hace cinco años

USO apunta directamente a la Gerencia del Hospital de León y al Servicio de Salud de Castilla y León (SACYL), a quienes acusa de “mirar hacia otro lado” ante una situación estructural. Recuerda que la ampliación del servicio de urgencias fue ordenada por la Inspección de Trabajo hace cinco años y que, a día de hoy, esa actuación sigue sin ejecutarse.

Para el sindicato, esta falta de inversión y planificación es una de las causas principales del hacinamiento actual.

Falta de ambulancias y bloqueo de boxes

Otro de los problemas señalados es la escasez de recursos para los traslados. Según USO, solo dos ambulancias atienden tanto los desplazamientos a centros concertados y al Hospital Monte San Isidro como los traslados a domicilio de pacientes con alta que no pueden regresar por sus propios medios.

Esta carencia provoca que personas ya dadas de alta permanezcan ocupando boxes de urgencias, generando un “atasco” que impide la entrada de nuevos pacientes y agrava el colapso del servicio.

Plantillas bajo mínimos y ratios excesivos

El sindicato denuncia también una infradotación generalizada de personal sanitario y no sanitario. En algunos turnos, una sola enfermera o TCAE puede llegar a atender hasta 15 pacientes, cuando el Ministerio de Sanidad recomienda ratios de entre 6 y 7.

USO señala además un agravio comparativo dentro de la comunidad autónoma, ya que hospitales como el Río Hortega o el Clínico de Valladolid, con menor volumen de urgencias que el CAULE, disponen de más personal de enfermería.

Demanda en máximos históricos

La presión asistencial no deja de crecer. En todo 2024 se atendieron 146.600 pacientes en urgencias, pero a fecha de 26 de diciembre el Hospital de León ya supera los 149.900, una cifra récord que, según el sindicato, evidencia la insuficiencia de medios actuales.

Exigencia de medidas urgentes

Ante este escenario, USO reclama a la Dirección de Gestión, a la Dirección de Enfermería y a la Gerencia del CAULE actuaciones inmediatas, entre ellas un incremento real de las plantillas, la reorganización y ampliación del servicio de urgencias y una solución urgente a los problemas de traslados e infraestructuras.

“Las urgencias del CAULE se han quedado muy pequeñas. No se puede seguir normalizando el colapso: está en juego la seguridad de los pacientes y la dignidad del trabajo profesional”, concluye el sindicato.