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Los colectivos vecinales se inclinan por la vía judicial para tumbar la central de biomasa y la red de calor en León capital

Imagen del proyecto de planta de calor para Puente Castro.
Colectivos ciudadanos denuncian riesgos ambientales y falta de transparencia en un proyecto promovido por la Junta de Castilla y León, que consideran “bajo sospecha”; anuncian acciones legales y movilizaciones masivas

Las protestas contra la central de biomasa proyectada en el barrio de Puente Castro, en León capital, se intensifican. Grupos ciudadanos y vecinales han anunciado este viernes su intención de acudir a los tribunales para frenar tanto la planta como la red de calor asociada, siguiendo el ejemplo del movimiento social surgido en Ponferrada.

"Estamos en contra, sentimos que la calle nos apoya y vamos a ir con todo al juzgado", han advertido representantes de las plataformas ciudadanas a Heraldo de León. Bajo el lema “Por tu salud, por tu barrio, por tu ciudad”, los manifestantes ya se concentraron el jueves frente al Ayuntamiento de León, en la avenida Ordoño II, reclamando la paralización inmediata del proyecto.

Pancarta contra la central de biomasa y la red de calor, este viernes, en el centro de León capital.

Una macroplanta en el punto de mira: 88 MW y 128.000 toneladas de madera al año

La planta de biomasa, impulsada por la Junta de Castilla y León a través de la empresa pública Somacyl —adscrita a la Consejería de Medio Ambiente—, ha recibido luz verde ambiental pese a registrar 296 alegaciones en contra. El proyecto contempla cuatro calderas que generarán hasta 88 megavatios térmicos mediante la combustión de residuos forestales: pino, chopo, encina y roble. Se prevé la entrada diaria de hasta 16 camiones y una quema anual de 128.000 toneladas de madera.

La ubicación, junto al cementerio de León y en las inmediaciones del río Bernesga, genera especial preocupación entre vecinos y ecologistas, quienes advierten de su proximidad a zonas residenciales y escolares. "La evidencia de que no se están haciendo las cosas bien está en Ponferrada", recuerdan a Heraldo de León

Autorización ambiental que no convence

La Consejería de Medio Ambiente otorgó la autorización ambiental al proyecto pese a la oposición ciudadana, alegando que el impacto sobre la salud es “aceptable” por estar en una zona clasificada como industrial. Sin embargo, informes previos ya identificaron, según las plataformas, "contaminantes persistentes en el suelo y en aguas subterráneas de la zona, motivo por el cual se ha exigido un control estricto de emisiones y residuos".

"Hay razones más que suficientes para tumbar el proyecto. Y está bajo sospecha lo que se está haciendo con Somacyl. Si no es así, insistimos, que le pregunten a Ponferrada”, recalcan los portavoces vecinales, en referencia al rechazo social que frenó una instalación similar en la comarca del Bierzo.

La red de calor, sin respaldo social a pesar del empleo

Aunque la Junta estima que la red de calor dará trabajo a unas 30 personas una vez en funcionamiento y a 250 durante su construcción, los colectivos insisten en que no compensa el impacto ecológico, sanitario y paisajístico que denuncian. “No todo vale por empleo. Ni León es una incineradora, ni vamos a callarnos”, señalaron.

Con movilizaciones previstas para las próximas semanas y una denuncia ya en preparación, la oposición ciudadana en León capital no parece dispuesta a ceder.