Una década izando historia: el corazón de la escultura a los Pendones Leoneses
Este próximo domingo, 27 de julio, se cumple una década desde la inauguración del monumento a los Pendones Leoneses, una majestuosa escultura de bronce que domina la plaza que lleva su nombre en León capital. La obra, firmada por el artista Miguel Iribertegui Eraso, religioso de la Orden de Predicadores de la Virgen del Camino, representa a un grupo de hombres izando con esfuerzo un pendón leonés, emblema por excelencia de la tradición popular de la provincia.
Con unas dimensiones de dos metros de altura y diez metros de longitud, y un peso de 1.300 kilos, la escultura fue fundida en México gracias al mecenazgo del grupo Vidanta y de la familia Morán, descendientes del político republicano leonés Miguel Morán, cuya trayectoria histórica vinculó León y México desde el siglo XIX.
León y México: un lazo forjado en tradición y solidaridad
La inauguración del monumento, el 27 de julio de 2015, fue un acto cargado de simbolismo. Asistieron entonces destacadas figuras del ámbito político, institucional y social, como el alcalde de León, Antonio Silván, el consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y el presidente del grupo Vidanta, Daniel Chávez Morán. A la ceremonia también acudieron más de cien ciudadanos mexicanos, algunos con intereses empresariales en la provincia.
"Este monumento garantiza un homenaje público al esfuerzo común y es, a la vez, un canto al equilibrio de fuerzas y a la solidaridad popular", señaló en su intervención el entonces alcalde Silván. Por su parte, Miguel Morán, en representación de la familia patrocinadora, agradeció el cariño recibido en León "en un día tan significativo que recupera un pasado cargado de historia".
La presidenta de la Fundación Delia Morán, Jeanette Dayana Pérez, recordó que la colaboración no se limitaba a lo artístico. Anunció la construcción de un centro para niños sin recursos en León: "Logramos que la tradición, además de tener impacto cultural, tenga también impacto social".
El pendón leonés: identidad que ondea con fuerza
Durante la jornada inaugural, 50 pendones de 34 pueblos desfilaron por la ciudad, en lo que fue una de las mayores concentraciones organizadas por la Asociación de Pendones del Reino de León. Su presidente, Luis Banderas, propuso entonces instituir el 26 de julio como Día Oficial del Pendón Leonés, una fecha que con los años ha ido consolidando su presencia en el calendario festivo local.
La tradición del pendón leonés, cuyos orígenes se remontan a la Edad Media, es una de las más singulares de Castilla y León. De varios metros de altura —algunos superan los 12 metros, como el de Valderrey—, estos estandartes de tela ondean al son de gaitas y tamboriles en romerías, fiestas patronales y celebraciones civiles.
Un símbolo vivo de identidad colectiva
El Monumento a los Pendones no solo es un hito artístico y urbano, sino también un reflejo del espíritu comunitario leonés. En su estructura se representa el esfuerzo colectivo, la colaboración intergeneracional y el orgullo por unas raíces que siguen latiendo en pueblos y barrios.
Diez años después de su instalación, esta escultura sigue siendo lugar de encuentro, parada de turistas y escenario de actos conmemorativos. Pero, sobre todo, es testigo de una historia compartida entre León y México que se forja con respeto, memoria y compromiso.
El próximo domingo, al cumplirse su primera década, la ciudad no solo celebra una obra monumental, sino el alma de una tradición que se alza al cielo en cada pendón izado.