El exjefe de Eólicas del EREN asegura que Delgado controlaba las adjudicaciones de parques
Tomás Ciria reconoce que había un trato preferencial para unos promotores, que contaban con socios locales
El exjefe de Eólicas del Ente Regional de la Energía (EREN), Tomás Ciria, aseguró hoy que el exviceconsejero de Economía Rafael Delgado controlaba las adjudicaciones de los parques eólicos en la Comunidad, incluso cuando dejó ese cargo y fue nombrado secretario general de la Consejería, hasta el punto que era el encargado de agilizar los proyectos o, en cambio, paralizarlos si el promotor no era originario de Castilla y León.
En su declaración como testigo en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Valladolid por el denominado caso de la ‘trama eólica’, subrayó que el propio Delgado era el encargado de realizar un ranking de los promotores para incluirlos en un listado, ya sea en el grupo 1 (empresarios locales) o bien en el 2 (para el resto de empresarios). De esta manera, había un trato preferencial para unos promotores.
Reuniones con Delgado
En la línea de lo expresado por otros testigos, Ciria, al frente de la Jefatura de Área de Energía Eólica, reconoció que mantuvo reuniones con Rafael Delgado, quien le dio instrucciones sobre la necesidad de hacerle llegar listados periódicos de evacuación de la energía, que debía autorizar la Dirección General.
Recordó que una vez que Begoña Hernández se hizo con la Viceconsejería se limitaba a firmar las autorizaciones que le llegaban, hasta que rechazó la validación del parque de Paredes, una vez que comprobó el accionariado de ese promotor y averiguar que estaba Cronos.
El testigo añadió, según recogió la Agencia Ical, que el EREN es un ente público de derecho privado y sus informes de competencia, solicitados por las delegaciones territoriales de la Junta, no eran vinculantes ni podía firmar una resolución administrativa en los parques.
Labor de asesoramiento
“Nuestra labor era de asesoramiento en temas de energía de la Junta. De ahí que hacíamos una previsión sobre la idoneidad de cada parque, como por ejemplo que estuviera un emplazamiento con evacuación de la energía producida”, explicó. En este sentido, precisó que enviaban a la Viceconsejería de Economía cuando el proyecto de un parque eólico avanzaba en la tramitación o contaba con la declaración de impacto ambiental. “Mi trabajo era la agilización por que en algunos momentos llegamos a tener sobre la mesa proyectos con una potencia de 70.000 megavatios”, aseveró.