Urbano González y la crudeza del apagón: "Imaginaos la angustia que pasé"
Mientras la mayoría vivió el apagón del lunes 28 de abril como una molestia temporal, para personas como el leonés, Urbano González, fue una amenaza directa a su supervivencia. Diagnosticado con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) desde hace dos años y medio, Urbano necesita de forma permanente aparatos eléctricos como respiradores, aspiradores o sillas motorizadas para mantener su calidad de vida y, en muchos casos, seguir con ella.
"Imaginaos la angustia que pasé el lunes", escribió Urbano en una publicación en su red social de Facebook donde quiso poner voz a cómo los pacientes de ELA se enfrentaron al apagón. "Sin estos aparatos en buen funcionamiento no podemos vivir: respirador 24 horas, respirador nocturno, aspirador de flemas, tosedor, incluso la grúa, el colchón antiescaras y la silla eléctrica; todo, absolutamente todo funciona con electricidad", explicó.
Afortunadamente, Urbano contaba con varios recursos que le permitieron mantener la calma: "Desde hace tres meses tengo un respirador de repuesto de nueve horas que, junto con el antiguo de tres horas, me daba doce horas de autonomía", detalló. Además, vive cerca del Centro de Referencia para Discapacitados, tiene acceso al aeropuerto de León donde podría recargar sus aparatos, y ha instalado un enchufe en su coche que se alimenta directamente de la batería.
También destacó como ventaja el hecho de vivir en una planta baja, lo que le permitía salir a la calle sin depender de un ascensor. Sin embargo, insistió en que no todos los pacientes de ELA tienen esa suerte. Su mensaje es claro: la electricidad no es un lujo ni una comodidad para muchas personas enfermas, sino una necesidad básica y urgente.
El exjugador profesional de baloncesto, exbombero y apicultor quiso cerrar su mensaje agradeciendo el apoyo recibido: "Muchas gracias a todos los que de una manera o de otra, estuvisteis preocupados por mí y mucho ánimo a todos los compañeros".