Un 'mondrian' en el garaje
En el ámbito artístico urbano de la ciudad, los murales juegan un papel fundamental en la revitalización de los espacios públicos. Estos lienzos al aire libre no solo embellecen el entorno, sino que también reflejan la creatividad y el compromiso de la comunidad con el arte contemporáneo.
Recientemente, un nuevo mural han captado la atención de residentes y visitantes, destacando la renovación del arte en las calles principales y en ese ámbito, los alumnos de Carlos Cuenllas en el Colegio Marista San José, ya son expertos.
Desaparición del mural inspirado en Mondrian
En mayo de 2023, la calle Rafael María de Labra fue testigo de la creación de un impresionante mural de más de 20 metros de longitud, cuya estética se inspiraba en las obras del reconocido artista Piet Mondrian. Este proyecto artístico se erigió como un hito visual en la zona, atrayendo a numerosos espectadores interesados en el arte moderno.
No obstante, este mural ha quedado desaparecido junto con el muro que lo sostenía, ya que fue necesario demolerlo para dar paso a la construcción de un nuevo edificio en el solar. La pérdida de esta obra ha generado un sentimiento de nostalgia entre los amantes del arte urbano, quienes valoraban la contribución estética del mural a la comunidad.
Nuevo mural de estudiantes del colegio Marista San José
Actualmente, la misma área cuenta con un nuevo mural que se encuentra a menos de 50 metros del mural anterior. Este nuevo trabajo artístico se localiza cerca del portal número 10 de la calle Bilbao y pertenece al edificio vecino, siendo resultado de una colaboración entre la comunidad y el colegio Marista San José.
La comunidad, interesada en embellecer la puerta del garaje afectada por grafitis, contactó con el colegio para recurrir al arte como solución. Los estudiantes de primero, tercero y cuarto de la ESO participaron en la creación del mural como parte de proyectos de las asignaturas de Educación Plástica, Visual y Audiovisual, y de Expresión Artística. Utilizaron sprays y acrílicos en los colores típicos de Mondrian: amarillo, rojo, azul, blanco y negro, logrando una obra que no solo adorna el espacio, sino que también fomenta la creatividad y el trabajo colaborativo entre los jóvenes artistas.