El obligado reto de activar una Zona de Bajas Emisiones de León: 112 hectáreas para una movilidad más sostenible
El Ayuntamiento de León dará este viernes un paso clave en la transformación urbana de la ciudad con la aprobación en el Pleno municipal de la Ordenanza de Movilidad, que incluye la creación de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Tras meses de trabajo técnico, exposición pública y reuniones con grupos políticos y sectores implicados, el borrador se ha convertido en ordenanza definitiva y está lista para su validación plenaria.
La medida, impulsada por la Concejalía de Movilidad y Tráfico que dirige Vicente Canuria (PSOE), forma parte del compromiso del consistorio leonés con la mejora de la calidad del aire y el cumplimiento de las directrices marcadas por la Unión Europea en materia de sostenibilidad urbana.
Una zona de 112 hectáreas en el centro de León
La futura ZBE tendrá una extensión de 112 hectáreas, con un perímetro aproximado de 4,5 kilómetros, y abarcará el casco histórico y el ensanche de la ciudad. El perímetro queda delimitado por la avenida Condesa de Sagasta, la avenida Facultad de Veterinaria (entre Guzmán y Lancia), la calle Lancia y la avenida Alcalde Miguel Castaño (entre Correos y López de Fenar).
Se trata de una de las áreas más transitadas de León, donde la medida tendrá mayor impacto en la movilidad, el tráfico rodado y la calidad del aire. No obstante, las restricciones solo se activarán si se superan ciertos niveles de contaminación, algo que no ha ocurrido hasta ahora en la ciudad.
¿Quién podrá acceder a la ZBE?
La nueva ordenanza establece un amplio abanico de excepciones que permitirán el acceso a la Zona de Bajas Emisiones a diversos colectivos y situaciones específicas. Estarán autorizados a circular por esta área los vehículos de servicios públicos, emergencias y seguridad; los residentes tanto con garaje como sin él; los usuarios de plazas de garaje; y las empresas dedicadas a la distribución urbana de mercancías.
También se permitirá la entrada a titulares de establecimientos comerciales, trabajadores de negocios situados en la zona, clientes de hoteles, personas mayores de 65 años, así como ciudadanos con enfermedades, dependencia o discapacidad.
Igualmente se contemplan los desplazamientos hacia centros educativos, hospitalarios y mercados municipales. La ordenanza incluye además permisos para casos excepcionales como ferias, celebraciones populares, actos culturales o deportivos, medios de comunicación y otras situaciones de carácter puntual, siguiendo el criterio ya aplicado en las autorizaciones al casco antiguo. Estas medidas buscan garantizar la funcionalidad y el dinamismo de la zona sin renunciar a los objetivos medioambientales.
Contaminación bajo control, pero con horizonte europeo
Los datos de contaminación recogidos en los últimos tres años en León muestran que la ciudad no ha superado los valores legales establecidos por el Real Decreto 102/2011, ni tampoco los umbrales más exigentes que se aplicarán en 2030 en el marco europeo.
Aun así, la normativa obliga a las ciudades de más de 50.000 habitantes a establecer estas zonas, independientemente de si superan los límites actuales, con el objetivo de anticiparse a futuros escenarios de contaminación y mejorar la calidad del aire.
Un proyecto más amplio: movilidad urbana para el siglo XXI
La nueva ordenanza de movilidad no solo regula la ZBE, sino que también refunde y moderniza todas las normas existentes sobre circulación, estacionamiento y transporte no motorizado.
Se suma a otras iniciativas ya implantadas, como: ‘León ciudad a 30 km/h’; transporte urbano de cero emisiones; nuevas infraestructuras ciclistas y servicio de préstamo de bicicletas y peatonalización de calles y obras de calmado de tráfico.
Con esta ordenanza, el Ayuntamiento de León pone rumbo hacia un modelo de ciudad más saludable, eficiente y habitable, en la que el coche pierda protagonismo frente a modos de transporte más sostenibles.