De Policía Local de León a 15 años sin consciencia ni razón (07/08/2010 - 07/08/2025)
Recuerdo la ilusión con la que ibas a la academia. Recuerdo incluso ir a buscarte alguna vez. Compaginabas la preparación de la oposición con tu trabajo como frutero en los supermercados 'El Árbol'. Cuando aprobaste, nos cruzamos dirección 'La Virgen del Camino'. Me pitaste fuerte, con tu BMW 330 dorado, miré y no podía ser otro que mi amigo Gaby. "¡Estherinaaa! Aprobé!!!" Siempre con tu sonrisa conquistabas el mundo allá donde ibas.
Tenías 21 años. Ejerciste como policía local de León hasta los 33. Más de 11 años como motorista de tráfico T213 y poco más de un año en la Brigada Especial BRAVO-200. Estabas emocionado con el cambio de unidad y con los compañeros de tu turno... Ya habíamos vivido el noviazgo, la boda, el nacimiento de Jimena y planeábamos un segundo, un niño, porque según tú no pararías hasta tener un Hugo Llamas.
Hasta aquella noche. Aquella maldita noche. Prácticamente te acababas de incorporar de tu permiso de paternidad. En el 2010 solo eran 15 días, Hugo tenía 5 semanas. Jimena 21 meses
Cuando a alguien le apasiona su trabajo y lo lleva en el alma, le da igual los turnos, las eternas noches. Tú disfrutabas cada llamada, con tu compañero Félix, aunque en tu cinturón de uniforme llevabas grabado el nombre de tu compañero Alex fallecido en un accidente de tráfico... Hasta aquella noche. Aquella maldita noche. Prácticamente te acababas de incorporar de tu permiso de paternidad. En el 2010 solo eran 15 días, Hugo tenía 5 semanas. Jimena 21 meses . Hablamos sobre la 1 de la madrugada. Me dijiste que descansara que desayunábamos juntos. Ya no pudo ser.
Una llamada por un robo en un bar de la Calle Velázquez cambió tu vida, nuestra vida. Te precipitaste por aquel tejado de uralita en aquella persecución sin sentido. He ido a la biblioteca a leer las noticias de aquellos días con nuestro hijo Hugo que tiene 15 años. Noticias desgarradoras. Estado vegetativo, coma irreversible, pocas horas de vida...
¿Cómo puede ser que ese gran golpe te quitara la vida aunque sigas viviendo?
15 años han pasado y es imposible olvidar aquellos momentos. Parece que no éramos nosotros. Pero sí, porque jamás volviste a ser el mismo. Qué duro es no tener consciencia, no sentir , solo saber quiénes son tus personas de referencia. ¡Qué bien le vemos Esther! Me suele decir la gente. Y sí, estás guapo, estable, pero sin ser tú. Cuando enciendo tu antiguo ordenador y veo un vídeo tuyo de antes.. ¡Ay! Como nos gusta verte. Intenso, majo, simpático… la prima Ceci me dijo hace poco de uno que publiqué “ gracias, ya no me acordaba de cómo hablaba”.
¿Cómo puede ser que ese gran golpe te quitara la vida aunque sigas viviendo?
Me encanta pasear contigo y, cuando ves un coche de la policía local, digas "ahí van los míos". O cuando viene tu compañero Alejandro cada año para llevarte a la comida anual de la Brigada. Y cuando ves a tu compañera Eva, y la llamas bombón de tantas veces que te pongo el vídeo de nuestra boda y te recuerdo su apodo cariñoso.
O si viene tu compañero Fidalgo y su mujer Ana a cenar se te ilumina la cara "como nos queréis a los cuatro, por cierto". Y si quedamos para tomar un butano con Miguel "el abuelo" y Ana, y Pablo "el persianas" y Bea, te hacen bromas y te pican para que te acuerdes de vuestras carreras en moto.
Un dato curioso, siempre sabes que "El Papi" Amable no tiene piernas. Aquel accidente con Rosa lo atendiste tú como policía. Otros que no te han olvidado. Ni Martín Muñoz...
Aunque todos sabemos que es imposible. Un dato curioso, siempre sabes que "El Papi" Amable no tiene piernas. Aquel accidente con Rosa lo atendiste tú como policía. Otros que no te han olvidado. Ni Martín Muñoz , antiguo intendente de la Policía Local, seguro que tenía cientos de anécdotas en su larga carrera. Pero en su libro Azul y Negro, dedicó tres páginas a tu accidente. Para que sean conscientes de los peligros que acarrea ser policía. Caprichoso es el destino.
Cuando alguien fallece, con los años, prácticamente lo recuerdan sus familiares y allegados. Pero cuando alguien sufre un accidente grave, y vive, pero queda sin consciencia, sin memoria, sin sentimientos, es duro que te olviden. Las personas con daño cerebral muchas veces gritan, no tienen filtros, son desinhibidas, y eso, nos da vergüenza. Nadie se acuerda de los favores, ni de si era mi amigo, mi familiar, mi compañero... solo los más cercanos saben realmente tus secuelas porque físicamente estás bien.
Gabriel Llamas Andrés es uno de los héroes de esta cuidad. Un policía local que dio su consciencia y su razón por velar por la seguridad ciudadana por amor y vocación a su placa
Así que, por muchos años que pasen Jimena, Hugo y yo no te olvidamos. Y menos tu sonrisa y desparpajo. Un día como hoy, y ya hace 15 años, te convertiste en mi héroe (con mayúsculas). Nuestro héroe. Y, seguro que habrá más, pero Gabriel Llamas Andrés es uno de los héroes de esta cuidad. Un policía local que dio su consciencia y su razón por velar por la seguridad ciudadana por amor y vocación a su placa.
[Gabriel Llamas, Policía Local de León, sufrió un grave accidente en acto de servicio el 7 de agosto de 2010 al caer de un tejado durante la persecución de unos delincuentes, lo que le dejó en coma durante dos meses y en estado semicomatoso otro mes más. Desde entonces, su vida cambió radicalmente: ahora depende del cuidado de su esposa y madre de sus hijos, ha perdido su autonomía y recibe cuidados permanentes por su gravísimo daño cerebral. Este relato, que se corresponde con los 15 años de aquel accidente, ha sido realizado por su esposa, Esther Vega]