El presunto asesino de Susana Sierra será juzgado por intento de agresión a una leonesa
Jesús G. R., apodado ‘El Vasco’, permanece en prisión provisional acusado del asesinato de Susana Sierra González, un crimen machista ocurrido la semana pasada en Gijón. Sin embargo, según informa el diario El Comercio, ya había sido denunciado por otra mujer —en este caso, una vecina de León— por un violento intento de agresión ocurrido un año antes en circunstancias similares.
La mujer, según detalla el medio asturiano, viajó desde León a Gijón tras conocer al ahora detenido por internet. Una vez en su domicilio, el comportamiento de Jesús G. R. cambió radicalmente y se volvió agresivo. La situación se tornó tan violenta que la víctima huyó gritando desesperadamente: “¡Que me mata, que me mata!”, logrando llegar a un local de hostelería cercano desde donde pidió ayuda.
Rescate, denuncia y libertad con cargos
Según la información recogida por El Comercio, la mujer se encontraba “sin teléfono móvil y con lo puesto” cuando logró pedir auxilio a la policía y a su familia en León. Agentes de la Policía Nacional se desplazaron al domicilio del presunto agresor, una vivienda de pequeñas dimensiones y en alquiler, ubicada en Gijón, donde Jesús G. R. ofreció resistencia antes de ser reducido y detenido.
Vecinos de la zona aseguraron al mismo medio que “empezó a causar problemas desde que llegó”, en alusión a la conflictividad asociada a la presencia del acusado. Pese a la gravedad del episodio, El Comercio apunta que, tras su paso por los calabozos y por el juzgado, quedó en libertad con cargos, a la espera de ser juzgado, algo que ocurrirá en los próximos meses.
Del intento de agresión al crimen confirmado
La denuncia de la mujer leonesa no fue suficiente para evitar que Jesús G. R. volviera a protagonizar un episodio aún más trágico: el asesinato de Susana Sierra González, una muerte que ha conmocionado a la ciudad de Gijón.
La información publicada por El Comercio subraya que el acusado ya mostraba un patrón de conducta violenta antes de este crimen, algo que, ahora, podría pesar con fuerza en el proceso judicial abierto por el asesinato de Susana.
Este caso vuelve a poner en el centro del debate la gestión de denuncias previas por violencia machista y la respuesta institucional ante perfiles con antecedentes inquietantes.