Los vecinos de León Sur hacen sonar sus cacerolas contra la macroplanta de biomasa
El sur de León volvió a sonar este sábado. A las cinco de la tarde, la Plaza de la Unión Europea, frente al centro comercial OALMA Center, se llenó del estruendo de cacerolas, tapas y cucharones. Un ruido colectivo y deliberado, el que la Plataforma León Sur había convocado para "volver a hacer oír su voz en las calles" y dejar claro que la oposición a la macroplanta de biomasa proyectada en Puente Castro sigue muy viva.
Pese a la cercanía de las fiestas navideñas y a los compromisos propios de estas fechas, los vecinos y vecinas respondieron a la llamada para "hacer ruido por la salud de todos y todas". La protesta, pacífica pero firme, estuvo marcada por consignas y aplausos que acompañaron durante la tarde el sonido metálico que se propagó por el barrio.
Rechazo al proyecto: cifras y datos
En un comunicado, la plataforma recordó algunos de los datos que, a su juicio, desmontan la imagen de proyecto sostenible con la que se presenta la instalación. "Cuatro torres de 35 metros de altura emitiendo sustancias nocivas las 24 horas del día", un consumo de "32.000 millones de litros de agua", el uso de "134.000 litros de urea" y "12.000 litros de gasóleo para los grupos electrógenos", así como la generación de "4.480 toneladas de cenizas, escorias y polvo", fueron algunas de las cifras emitidas por los convocantes.
Desde la Plataforma León Sur insistieron en que este tipo de infraestructuras "no responde a un modelo de energía renovable", sino que obedece a "intereses políticos y económicos" alejados de las necesidades reales de la ciudad y de la provincia.
Pancartas que hablan por los vecinos
Por las calles del barrio leonés, las pancartas reforzaban el mensaje de protesta: se podían leer lemas como "Biomasa no", "José Antonio y Quiñones, amigos de la corrupción" o "Alcalde traidor", reflejando la indignación de los vecinos hacia quienes consideran responsables del proyecto.
La cacerolada concluyó sin incidentes, pero con un mensaje claro: Puente Castro no se resigna. El ruido de este sábado fue, una vez más, una advertencia de que el conflicto sigue abierto y de que el vecindario está dispuesto a seguir saliendo a la calle con el objetivo de "hacer ruido por la salud de todos y todas".