La "ridícula" conexión intermodal de León
La esperada conexión intermodal entre la estación de tren y la de autobuses de León ha quedado abierta y finalmente es una simple marquesina sobre una acera. La infraestructura, que debía mejorar la experiencia de los viajeros y facilitar los transbordos entre los dos modos de transporte, ha sido recibida con escepticismo y fuertes críticas por parte de usuarios y trabajadores.
“Es ridícula, si en vez de gastar el dinero en esto lo invirtieran en un proyecto real que haga permeable la ciudad sería mucho mejor”, resume un viajero habitual que frecuenta ambas estaciones. Lejos de modernizar el nodo de transporte, la intervención se limita a cubrir 350 metros de recorrido peatonal con una estructura metálica que muchos consideran un adorno innecesario.
Una usuaria, visiblemente indignada, lo resume con sarcasmo. María Jesús es usuaria del tren, pero no del bus: “Es inútil y no sirve para nada. Les salía más barato darnos un paraguas a cada usuario y por lo menos nos quitaba el sol. En este siglo hacer estas cosas no tienen perdón de Dios”.
600.000 euros para una pasarela sin integración real
El corredor, que parte desde la estación de autobuses y conecta con la calle San Cristóbal, está pavimentado con materiales pensados para amortiguar el ruido de las maletas y protegido por una marquesina metálica con iluminación led. Sin embargo, la infraestructura no aporta ninguna funcionalidad nueva más allá de cubrir un tramo ya existente.
Desde el entorno ferroviario, tampoco se disimula la decepción. “Ni une más que antes ni ofrece servicio alguno, es solo hierro sobre hierro”, comenta un trabajador de Adif, que resume así la escasa utilidad del proyecto. La eliminación de plazas de aparcamiento en la zona ha generado también malestar entre vecinos y comerciantes, sin que ello suponga una mejora tangible para la movilidad.
Un símbolo de oportunidades perdidas
La actuación se percibe como un ejemplo más del caos urbanístico en esta zona de León. A diferencia de otras ciudades donde la intermodalidad ha implicado integración de servicios, coordinación horaria y un diseño funcional, aquí la solución se ha limitado a lo superficial.
Expertos en movilidad y urbanismo coinciden en que este tipo de intervenciones no resuelven el problema estructural: la desconexión entre las infraestructuras de transporte en León. Una solución más ambiciosa, que implicaría una integración ferroviaria real y nuevas plataformas de enlace, parece lejana y depende de un acuerdo institucional que aún no ha tomado forma.
Una estación provisional… que ya es permanente
La actual estación de tren, aún considerada provisional desde su implantación en 2011, resume muchos de los males de la infraestructura ferroviaria leonesa. El mal diseño de los accesos, la falta de visibilidad de las salidas y la ausencia de conexión directa con otros modos de transporte siguen penalizando a los viajeros.
La “intermodalidad” anunciada como solución ha quedado reducida a una acera techada que no cambia sustancialmente la experiencia del usuario ni mejora el flujo entre trenes y autobuses. En palabras de un usuario habitual: “Es el perfecto ejemplo de cómo tirar el dinero sin hacer nada nuevo”.