La salud mental de los leoneses mejora, pero uno de cada cuatro padece estrés o ansiedad
La salud mental y emocional de la población de Castilla y León mejora. Es más feliz que hace cuatro años, se consolida su interés por cuidarla y son de los que más satisfechos están con su vida en el conjunto del país. No en vano, valoran su salud mental con un notable, con 7,73 puntos, con lo que encabezan el ránking nacional, tras La Rioja (7,95), y superan la media de España, que está en un 7,13. Si bien, en la otra cara de la moneda, si las principales condiciones que afectan a la salud mental son la situación económica, laboral, personal, el estrés y la ansiedad, uno de cada cuatro indica que sufre estos dos últimos cuadros, una cifra que llama a la reflexión a las puertas de la celebración este viernes, 10 de octubre, del Día Mundial de la Salud Mental.
Así lo recoge la octava edición del Estudio de Salud y Estilo de Vida, consultado por Ical, que se centra en la percepción del estado de salud física y emocional y el bienestar social de los españoles en los últimos doce meses; en la evolución de los principales indicadores de salud en los últimos años, y que corroboran que la percepción de bienestar mejora. De hecho, hace cuatro años, la nota que daban los castellanos y leoneses era de 6,5 puntos, frente al casi ocho actual.
Comparativa con otras comunidades
Tras la población de Castilla y León y La Rioja, los que mejor perciben su estado de salud son los asturianos, con un 7,66, y los más críticos, los que viven en Extremadura (6,98),Galicia (7,03) y Baleares (7,06). En general, el país anota su mejor dato de los últimos años, con un 31,9 por ciento de la población puntúa su estado emocional entre nueve y diez, el porcentaje más alto desde 2021, mientras que un 39,6 por ciento lo sitúa entre siete y ocho. En conjunto, más de siete de cada diez personas (71,5 por ciento) valora su salud mental por encima del umbral del notable, y en el extremo opuesto, el 9,3 por ciento, por debajo del aprobado entre cero y cuatro, lo que también supone una mejora respecto a anteriores ediciones.
Pese a esta buena tendencia, el dato que enciende las alarmas es cuando se pregunta a la población de Castilla y León por el padecimiento de estrés o ansiedad: el 75 por ciento lo ha sentido, dato que en España es un poco inferior, del 74,5 por ciento, pero que no deja de crecer desde los últimos tres años, cuando se anotaron porcentajes del 71,9 y del 70,3 por ciento. Es verdad que en la distribución autonómica, los castellanos y leoneses vuelven a estar entre los menos afectados, junto a los vascos (75,3 por ciento) y los asturianos (64 por ciento). Los que más sufren estos síntomas de ansiedad y depresión son los navarros (96 por ciento), Baleares (94 por ciento) y Castilla- La Mancha (92 por ciento).
La felicidad se mantiene alta
En todo caso, a pesar de los altos grados de estrés y de síntomas de depresión, más de ocho de cada diez (83,3 por ciento) de los encuestados se declara al menos feliz, dato entre los que están La Rioja y Navarra. A la cola de percepción de felicidad aparecen Cantabria (60,9 por ciento), Extremadura (68,2 por ciento) y Madrid (68,5 por ciento).
En línea con la percepción de felicidad y el grado de satisfacción con la vida, la proporción de encuestados que considera que su estilo de vida es saludable se mantiene alta. En España llega a los 7,11 puntos de media, algo por debajo de Castilla y León (7,47), La Rioja (7,76) y Aragón (7,60) y Castilla y León (7,47), una percepción que difiere de la que muestran en Baleares (6,39), Cantabria (6,75) y Galicia (6,79), que presentan las notas más reducidas.
Ficha técnica
El informe de campo lo realizó Grupo Análisis e Investigación durante el mes de mayo y junio de 2025 y es específico para España. La muestra del estudio consta de 1.600 entrevistas a personas de más de 18 años de ambos sexos, con un error muestra máximo del 2,48 por ciento bajo los supuestos de máxima heterogeneidad del universo de estudio (P=Q=50 por ciento) y de muestreo aleatorio simple, y con un nivel de confianza del 95,5 por ciento. Para la selección de la muestra se ha empleado un sistema de cuotas proporcionales por sexo, edad y tamaño de hábitat. La distribución por comunidad autónoma se ha hecho mediante una afijación no proporcional y se ha ajustado el peso de la muestra de cada una de ellas según su población.