San Froilán y Las Cantaderas, la leyenda del tributo de las cien doncellas
El próximo domingo 28 de septiembre, a las 11:00 horas, el claustro de la Catedral de León será escenario de uno de los actos más singulares de las fiestas de San Froilán: la representación de Las Cantaderas.
San Froilán (vea el programa completo aquí) es tradición y la tradición rememora el legendario tributo de las cien doncellas que, en tiempos del rey Mauregato, los reinos cristianos entregaban a los califas musulmanes para evitar ataques.
Según cuenta la leyenda, las jóvenes de León, destinadas a ese destino, se rebelaron en tiempos del rey Ramiro I cortándose una mano antes que someterse. Ese acto de valentía derivó en la negativa del monarca a continuar pagando el tributo y en la batalla de Clavijo, donde habría derrotado a Abderramán II con la ayuda del apóstol Santiago.
La ofrenda al Cabildo y el papel de la Sotadera
En agradecimiento por aquella victoria, el pueblo de León estableció una ofrenda al Cabildo Catedralicio que, con el tiempo, se convirtió en la ceremonia actual. Cada año, las jóvenes que representan a Las Cantaderas, vestidas con trajes de gala, acuden acompañadas por la Sotadera, figura que simboliza a la mujer de la corte del emir enviada para instruirlas en los usos musulmanes.
Tras la danza de las doncellas, se celebra el tradicional debate del “Foro u Oferta”, en el que Ayuntamiento y Cabildo cruzan argumentos sobre el sentido de la ofrenda: si se trata de una obligación o de un gesto voluntario. Como dicta la costumbre, el desacuerdo nunca se resuelve, lo que mantiene viva la tensión simbólica entre el poder civil y el religioso.
Una cita de interés turístico y cultural
Documentada desde antiguo, la ceremonia de Las Cantaderas se ha consolidado como uno de los actos más vistosos y esperados de San Froilán. Su carácter único y su carga histórica la han hecho merecedora de la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional, atrayendo cada año a numerosos leoneses y visitantes.
Con la Catedral como escenario, Las Cantaderas representan no solo un recuerdo de las leyendas medievales, sino también la fuerza de una tradición que sigue formando parte esencial de la identidad cultural de León.