Addoor Sticky
365 leoneses | Eva Salas, protectora animales

"Siempre me he criado con muchos animales, he aprendido a cuidarlos y eso me ha llevado a dedicarme completamente a ellos"

Eva Salas compagina su trabajo en el Centro Veterinario Morego con su labor en su propia asociación protectora Huellitas del Esla.
Eva Salas siente pasión por los animales desde que era solo una niña, pero los años y su necesidad de conseguir hacer algo por ellos la han llevado, no solo a trabajar en una clínica veterinaria, sino también a montar, junto a unos amigos, su propia asociación protectora, Huellitas del Esla

Eva Salas es una empedernida amante de los animales. Desde niña, ya sentía pasión por el cuidado de todos, sin importar su especie, algo que ha ido evolucionando con el paso de los años y que la ha llevado a montar, junto a unos amigos, su propia asociación de animales, Huellitas del Esla, que se encarga de velar por el bienestar, principalmente de gatos y perros, del municipio de Mansilla de las Mulas y alrededores.

Amante de los animales

Originaria de Villamondrín de Rueda, Eva relata que su padre era ganadero, “entonces siempre me he criado con muchos animales, siempre hemos tenido perros, gatos, de todo, y desde siempre he aprendido a cuidarlos y por eso, yo creo, que me he dedicado más en ese sentido al tema animal”, destaca.

Tras siete años trabajando en León, cuando nació su hijo, Ian, Eva decide dejar la ciudad para mudarse a Mansilla de las Mulas, “tenía también familia y como había estudiado también en el pueblo y conocía gente, me resultaba mucho más práctico”, asegura. Ese momento supuso un gran cambio para su vida, no solo acababa de ser madre, también había dejado un trabajo en el que llevaba 14 años y se había mudado de León a un pueblo, pero resultó ser un gran cambio a mejor.
El destino, o simplemente su pasión por los animales, ha querido llevar a Eva a dedicarse a diario a los peludos. Y es que, en la actualidad, después de formarse como auxiliar administrativo, se encuentra trabajando como auxiliar de veterinaria en el Centro Veterinario Morego de Mansilla de las Mulas.

Huellitas del Esla, la importante labor de una protectora en un pueblo

Además, combina su trabajo con su importante labor en la Asociación protectora de animales Huellitas del Esla, que ella misma fundó hace poco más de un año junto a unos amigos. “Lo de la asociación surgió porque justo debajo de mi casa hay una colonia de gatos. Los vas viendo crecer, vas viendo que necesitan ayuda, que necesitan alimentación, que necesitan castraciones urgentemente porque la salud se deteriora y cada vez hay más gatos y en Mansilla la problemática de gatos es muy importante. No puede haber más de 200 gatos ferales por la calle, no es sano, ya no solo por ellos, sino también por las personas”, asegura Eva, que hace hincapié en la gran necesidad de llevar a cabo un control sanitario, además del control de la población para limitar la transferencia de enfermedades. A esto, “se suma la problemática de que hay muchos abandonos, así como maltrato animal”, añade.

“Se necesitaba poner una solución, nos juntamos un grupo de amigos, Lui, David y yo, y la fundamos en noviembre de 2023”, relata Eva, “fue un momento de mucha locura con todo el papeleo y todas las gestiones, tuve que pedir información a otras protectoras para ver cómo hacía los estatutos porque nunca había realizado esa documentación, ni sabía los trámites que había que hacer. Pero una vez finalizada toda esta gestión inicial, conseguimos nuestro CIF y ya bien. La registramos aquí en el Ayuntamiento de Mascilla y pensamos que realmente la colaboración iba a ser un poquito mejor, pero no ha sido así. Y ahora sí que es verdad que lo que más nos urge es la realización al refugio. Es urgente que aquí haya un refugio tanto para los perros abandonados, tal como obliga la ley, como para los gatos”, reivindica Eva.

A través de sus palabras, Eva muestra su enorme agradecimiento a otras protectoras y asociaciones que les han ayudado a lo largo de este corto, pero arduo camino, “nos ha ayudado la Asociación Protectora de León, nos ha ayudado muchísimo el Bosque de Sury con jaulas trampa y todo lo que hemos necesitado, ya que el único espacio que tenemos en estos momentos para sacar a los animales de la calle son las casas de acogida y en sitios de particulares”, explica.

Necesidad de un refugio municipal

El gran problema al que se enfrenta Eva en la actualidad, según relata al Heraldo de León, es la ausencia de un techo para los peludos que necesitan su ayuda, que cada vez son más, “ya no tengo sitio”, asegura preocupada, “el tema está en que la asociación aquí es necesaria, para poder reducir la población. No nos vamos a quedar nunca sin gatos, como temen algunas personas, una protectora no es un sitio para que viva un gato. Un gato no puede estar viviendo en una jaula el resto de su vida”, sentencia.

Entre sus labores como asociación protectora, Eva destaca la de controlar la proliferación de las colonias de gatos y, para ello, capturan tanto a hembras como machos para proceder a su esterilización y colocación de chip identificativo para, posteriormente, volver a ponerlos en libertad.

Eva también relata su colaboración con otras entidades, “este año, estuvimos ayudando a gestionar el CER, siguiendo el método de Captura, Esterilización y Retorno, al Ayuntamiento de Villanueva de las Manzanas, quienes se hicieron cargo, no solo de la castración y los costes de chip, sino también de la desparasitación, para que los gatos quedaran sanitos a la hora de salir a la clínica”.

Entre los múltiples agradecimientos que Eva presenta a lo largo de toda la entrevista, también incluye el de la clínica de Mansilla, en la que ella misma trabaja, que ayuda en todos los procedimientos, ajustando los costes y los horarios de las intervenciones, “no siempre conseguimos capturar a los animales, entonces eso, en otras clínicas, supone una pérdida de la cita, con el consiguiente gasto. Laura nos lo consiente”, afirma agradecida.

Y es que, los incontables gastos que suponen, no solo los cuidados veterinarios, sino también la alimentación de los animales, son otra de las grandes problemáticas a las que se enfrenta Huellitas del Esla, “funcionamos simplemente con los donativos de particulares. Ahora, hemos conseguido que el ayuntamiento nos conceda la ayuda que han pagado a todas las asociaciones”, relata y añade, "legalmente ellos deberían hacerse cargo, ya no solo de las castraciones, además ahora están obligados a chipar, porque ha salido también esta nueva ley del antibiótico, que para poner antibióticos tienen que tener chip".

Los perros, los otros peludos a los que ayuda Eva

Pero a pesar de que la principal labor de Eva con su asociación es la de gestionar la población de gatos en su pueblo, también han llevado a cabo alguna que otra intervención con perros, incluso antes del nacimiento de la protectora. “Antes de hacer la asociación, el verano anterior apareció aquí un bretón abandonado, perro para aquí, perro para allá, se escapaba, y al final, el perrito terminó en el Albergue de Sahagún. Unos meses más tarde, en enero, apareció un pitbull que habían usado para peleas. Tuve que encargarme de llevarlo al Hospital Veterinario de la Universidad, porque nadie se hizo cargo, y tuvo que cogerlo la Protectora de León, porque nadie daba refugio para él y yo no tenía dónde meterlo, además de la importante deuda que había quedado a mi nombre en el veterinario. Finalmente, el ayuntamiento denunció y, tras seguir haciendo averiguaciones, la Guardia Civil lo supo todo y emitió la denuncia correcta, porque detrás había mucho lío de titularidad del perro”, narra Eva.

“Luego apareció Flash aquí en mansilla”, continúa Eva, “una galga que estuvo medio año corriendo por ahí suelta, sin nadie que hiciese nada. La preñó un malinois y tuvo cinco cachorros, enormes. Al final, conseguimos cogerla cuando estaba con los cachorros, cuando vino Dani, el del Bosque de Sury, con jaulas. Se fueron a diferentes refugios y, Flash, junto a una de sus crías, sigue a día de hoy con Dani”.

Un trabajo complicado, exigente y no siempre satisfactorio, dado que hay ocasiones en las que nada se puede hacer por los peludos. Ahora bien, cuando consiguen sacar a algún animal de la calle, darle una acogida momentánea y, finalmente, una adopción definitiva, Eva asegura celebrar estas situaciones como pequeños grandes triunfos, “en esos momentos, todo el trabajo merece la pena”.

Amor por los animales heredado y transferido

Además, entre los grandes beneficios a nivel personal que Eva extrae de su labor en la asociación, además de la gran satisfacción cuando todo sale bien, es la posibilidad de compartir esta pasión con su pequeño Ian, “le ha pasado igual que a mí, ha crecido rodeado de animales, en casa siempre ha habido, han pasado acogidas, tenemos gatos y perros y se ha convertido en un gran amante de cualquier animal. Le pasa como a mí, si por el fuese, nos quedaríamos con todos”, afirma Eva divertida, quien también asegura que lo más importante y a la vez más necesario de todo esto es lograr concienciar a la gente de lo que suponen todas las situaciones a las que se enfrentan para que, poco a poco, no solo se vayan sumando a las actividades de la asociación, sino que gestionen de manera consciente el tener una mascota en casa, con esterilizaciones y chipaciones particulares.

“Lui, David y yo nos hacemos cargo de gran parte de los gastos, además de muchas acogidas”, asegura, pero es cierto que para que su labor tenga consecuencias positivas es necesaria la colaboración general. “Se necesita un refugio en Mansilla, además de las viviendas particulares que nos ayudan, y es algo sumamente urgente”, reivindica.

Tal como nos adelantaba, Eva compagina sus funciones en Huellitas del Esla con su trabajo en la clínica veterinaria de Mansilla “a mí me encanta, estoy súper a gusto en la clínica. Me gusta tanto lo que es peluquería como lo que es atenderlos, porque se me dan muy bien los gatos, ya los controlo muy bien, y los perros me encantan todos. Yo creo que era como algo ideal, de pequeña quería ser veterinaria, pero por aquel entonces no me dejaron estudiarlo y al final, el destino, ha llevado a que esto se convierta en mi día a día”, finaliza Eva.

Reivindicativa, apasionada, protectora y con mucha conciencia social. Así es Eva Salas, además de una gran amante de los animales, tal como demuestra a diario con su importante labor. Desde Huellitas del Esla busca hacer más fácil la vida de los animales que viven en las calles de su pueblo, logrando así un futuro feliz para todos. Un trabajo complicado, intenso y que se encuentra, por el camino, con numerosas trabas. Pero Eva sigue luchando para conseguirlo.