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La Universidad de León ordena un curso de reeducación sexual a un docente y tres alumnas por un caso de presunto acoso

El caso se cerró con acuerdo entre las partes tras varias sesiones de entrevistas.
El expediente se cerró con acuerdo entre las partes y sin consecuencias académicas ni laborales; la institución registró hasta cinco incidentes relacionados con igualdad de género durante el último curso

Un profesor y tres alumnas de la Universidad de León (ULE) deberán realizar un curso de reeducación en materia de igualdad tras verse implicados en uno de los dos casos en los que se activó el protocolo contra el acoso sexual durante el pasado curso académico. La actuación, que evitó sanciones disciplinarias, se resolvió mediante un acuerdo voluntario entre las partes, al no quedar suficientemente claros los hechos que dieron origen a la denuncia.

Este episodio forma parte del balance anual presentado la semana pasada por la Comisión Académica de la ULE, donde se incluyó el informe de la Defensoría de la Comunidad Universitaria. En el documento al que ha tenido acceso Heraldo de León se recoge que, aunque solo se activó el protocolo en dos ocasiones, existen más situaciones que podrían encajar en esta tipología, aunque sin iniciar el procedimiento formal.

Otro caso derivó en sanción tras llegar “hasta el final”

El otro expediente tramitado por la Universidad durante el curso sí concluyó con una resolución formal. En esta ocasión, se combinaron elementos de acoso sexual y laboral, lo que llevó al Rectorado a imponer una sanción a la persona implicada. Según la memoria, se trató de un caso con mayor claridad en los indicios, incluido el envío de mensajes con contenido explícito a través de aplicaciones de mensajería.

En total, el informe anual recoge hasta cinco situaciones que podrían estar vinculadas a cuestiones de igualdad de género. Algunas de ellas tienen su origen en el colectivo estudiantil, mientras que otra está relacionada con comentarios de carácter homófobo supuestamente realizados por un profesor.

El miedo a denunciar persiste

Desde la Unidad de Igualdad, su directora, Adelina Rodríguez, reconoce que la mayoría de los casos potenciales no llegan a activarse formalmente debido a la reticencia de las víctimas a iniciar el protocolo. También subraya que no todos los comportamientos sancionables tienen que ver con agresiones físicas, sino que muchas veces incluyen actitudes verbales, insinuaciones o valoraciones inapropiadas.

Rodríguez advierte del efecto disuasorio que puede tener la exposición pública sobre quienes sufren este tipo de situaciones, lo que en muchos casos les impide recurrir a la vía judicial, incluso cuando existen indicios suficientes.

Formación y prevención como principales herramientas

La estrategia de la Universidad de León para combatir estas conductas se centra en la prevención. A través de la Unidad de Igualdad, se ofrece formación continua tanto a docentes como a estudiantes. Uno de los objetivos es que la comunidad universitaria pueda identificar conductas inapropiadas que en el pasado podían haber sido asumidas como normales.

Entre las propuestas para el próximo curso, el informe sugiere introducir charlas de sensibilización dirigidas a los estudiantes de nuevo ingreso, con el fin de prevenir conductas intolerables desde el inicio de su etapa universitaria.

Desde la institución se insiste en que solo la concienciación colectiva puede reducir la incidencia de comportamientos inadecuados, y que la formación en igualdad debe ser una herramienta estructural dentro de la vida académica.