"El FID es León y hace León"
Tres letras, y un mundo tras ellas, el que se esconde a la espalda del FID. Este Foro Internacional del Deporte, todo un escaparate nacional e internacional, es el fruto del empeño personal y profesional de Francisco del Río.
De su espíritu indomable y su empeño inagotable nació nueve años atrás una primera edición marcada por el deseo que convertir a León en el mejor escaparate del deporte en el más amplio sentido de la palabra.
La novena edición del FID Ciudad de León Abanca 2025 se celebra en León del 25 al 27 en el Auditorio Ciudad de León, contando con la participación de figuras deportivas como Iker Casillas, Alberto Contador, Mireia Belmonte y Paul Montiel.
Conseguir otra edición de éxito incontestable tiene nombre y apellidos y merece un análisis.
“La ilusión sigue intacta”
—Son nueve ediciones de mucho trabajo y esfuerzo. ¿Qué diferencia hay entre aquel primer FID y el nuevo que afrontá ahora?
—Ha sido un proceso durísimo en todos los sentidos. En la primera edición nos enfrentábamos a la incertidumbre absoluta: buscar financiación era una aventura, convencer a los ponentes un reto mayúsculo. Hoy alguien mira el cartel del FID y dice: “Ostras, aquí han estado Casillas, Belmonte, Contador…”. Eso genera credibilidad.
Pero entonces, créeme, todo era remar a contracorriente. La ilusión, eso sí, sigue intacta. Desde el primer día y hasta ahora, el objetivo ha sido crear en León un evento de referencia nacional donde los grandes referentes del deporte compartan sus testimonios de vida y la trayectoria avala ese propósito.
“Somos gente auténtica”
—¿Dónde está el secreto para que en una ciudad como León se reúnan año tras año los mejores deportistas?
—Creo que el secreto es sencillo: autenticidad. Somos personas auténticas, reales, no impostamos nada, y eso los ponentes lo ven enseguida. Están acostumbrados a tratar con miles de personas y cuando alguien les transmite pasión de verdad, lo perciben al instante.
Yo mismo realizo muchas llamadas, y cuando al otro lado transmites entusiasmo, muchos te dicen: “Quiero estar”. Luego se dan cuenta de que este evento es diferente: no es un congreso frío de corbata, sino un encuentro cercano y humano.
“Ocho años detrás de Álex Corretja”
—A lo largo de este recorrido, ¿Qué deportista ha sido el más difícil de conseguir?
—Cada ponente tiene su historia. Con algunos, como Alberto Contador, hubo que insistir varias veces hasta que finalmente aceptaron. Pero el caso más llamativo fue Álex Corretja. Estuve ocho años detrás de él, y no llegaba el mensaje. Hasta que, por casualidad, conseguí su teléfono directo. Le pillé en un viaje de Madrid a Barcelona, hablamos dos horas y me dijo: “Voy a estar”. Ese día sentí que la perseverancia tenía sentido.
“De León para el mundo”
—El FID nació en León, pero se celebra en Santander o Segovia. ¿Por qué esa expansión?
—Queríamos demostrar que no era un producto local sin más, sino un evento de proyección nacional. Desde el primer día dijimos: de León para el mundo. Hemos llevado el FID a otras ciudades, pero siempre con la idea clara de que el corazón está aquí. Es un producto nacido en León, hecho por leoneses, y que se proyecta hacia fuera sin perder su identidad, su raíz.
“Un evento único en España”
—¿Cuál es la fórmula del éxito de un evento tan singular?
—La clave está en el equipo. Somos gente que forma un equipo de trabajo excepcional, con una calidad humana tremenda y unas ganas de trabajar por la ciudad”. A eso se suma la pasión por el deporte, que en mi caso viene desde la infancia.
El resultado es que el público percibe autenticidad, y eso es un valor diferencial. No copiamos a nadie: “El FID no es una copia de nada, no nace del espejo de otro evento. Es único en España”.
“Cada invitado es un valor”
—Este año se cuenta con Iker Casillas, Alberto Contador, Mireia Belmonte y Paul Montiel. ¿Por qué ellos?
—Cada uno aporta algo especial. Casillas es leyenda, el eterno capitán de la Copa del Mundo; Contador, un sueño personal; Mireia, un símbolo del deporte femenino que siempre quisimos tener; y Paul Montiel, con una historia de vida que dejará a todos boquiabiertos.
“La soledad del campeón”
—¿Ha habido momentos en los que pensó en abandonar?
—Sí, muchos. La soledad del organizador es dura. La soledad del campeón, como yo la llamo, hay que vivirla. Correos sin contestar, llamadas que nadie coge, patrocinios que no llegan… y tú en tu casa, dudando si merece la pena.
Pero luego ves la emoción en el público, a un niño conociendo a su ídolo, y dices: "Merece la pena". Esa recompensa emocional es la gasolina que me anima a seguir adelante.
“El sueño colectivo es Rafa Nadal”
—En el horizonte está la décima edición. ¿Qué sueña para ese aniversario?
—Tengo un nombre en mente: Rafa Nadal. Es el sueño colectivo de la ciudad, la guinda perfecta, el círculo que se cierra. Nadal encarna la esencia del deporte más allá de ganar o perder, y sería el broche ideal a diez años de trabajo. Haré todo lo posible para lograrlo.
“El FID es un legado para León”
—¿Le gustaría que el FID siguiera incluso si un día no está al frente?
—Por supuesto. El FID es León y hace León. Para mí es un legado, como la Catedral, el patrimonio cultural o la gastronomía. No podemos dejarlo morir. Me haría muchísima ilusión que dentro de 20 años siguiera vivo, con nuevas personas al frente, pero con la misma esencia.
Un legado con nombre propio