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Martín y Ernesto, los hermanos mallorquines que llevan 15 años "enganchados" al Magistral

Martín (izda.) y Ernesto (dcha.) con Marcelino Sión en el Magistral de León. Foto: Luque

“El ambiente del Torneo, las tapas en el casco antiguo, los buenos precios, la Catedral… Este viaje ya es tradición en nuestra familia”, aseguran mientras recuerdan anécdotas vividas con los grandes maestros que han pasado por la ciudad

La historia de Ernesto y Martín Mestre Roca es la prueba de que a veces las ciudades se cuelan en el corazón de sus visitantes y se quedan en ellos para siempre. Son hermanos, residen en Palma de Mallorca y viajan cada Magistral a León para seguir de cerca el Torneo de ajedrez más longevo de España. Lo hacen desde hace 15 años, un viaje de hermanos que no cambian “por nada”.

“El ambiente del Torneo, las tapas en el casco antiguo, los buenos precios de la ciudad, la Catedral, San Isidoro…”. Martín enumera las razones que han hecho de este viaje una férrea tradición que han decidido no saltarse salvo causa de fuerza mayor. “La primera vez vinimos por el ajedrez. Pero 15 años después tenemos muchísimos más alicientes. Nos ha enganchado esta ciudad”, reconoce Ernesto. 

Martín es médico psiquiatra y Ernesto es psicólogo y ejerce de abogado. Su padre y su abuelo les inculcaron el gusto por el ajedrez. “Siempre hemos visto libros de ajedrez en casa y se ha respirado esa admiración por este juego. No somos grandes jugadores pero hemos heredado la afición”. 

Viajar a León, un "pequeño ritual"

La primera vez que desembarcaron en el Magistral procedentes de Mallorca fue como regalo de cumpleaños. “En aquella ocasión el Torneo era un 11 de junio, que era el cumpleaños de mi hermano. Me pareció un buen regalo. Y tanto nos gustó que aquí seguimos”, recuerda Ernesto.

Desde entonces, ya son 15 los magistrales y decenas las anécdotas que acumulan de un viaje “que se ha convertido en un pequeño ritual. Nuestras familias ya están acostumbradas, ya no hay que pelearlo. Es un fin de semana que nos permite pasar tiempo juntos y ponernos al día”, dice Martín.

Del cabreo de Ivanchuk a la mirada perdida de Topalov

Cada año se alojan en el hotel de la organización del Torneo y disfrutan compartiendo encuentros con los jugadores. “¿Anécdotas? Pues la vez que Ivanchuk se cabreó después de perder y dijo que iba a dejar el ajedrez. O la vez que bajábamos en el ascensor del hotel y se metió Topalov con esa mirada perdida y empezó a hablar de jugadas de ajedrez. Era tan técnico que no entendíamos nada… Allí aguantamos el tipo sonriendo y sin decir palabra. Creo que él tampoco esperaba respuesta. Fue divertido y surrealista”, recuerda Martín entre risas. 

Cumplen cada Magistral con el mismo circuito de tapas por León, “es que vuestra gastronomía es un punto fuerte”, advierte Ernesto. Y aseguran que el próximo año, si todo va bien, volverán. “La idea es que este viaje continúe”.