Pedro Sánchez califica de "circo" la comisión del Senado sobre el caso Koldo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció este miércoles ante la comisión del Senado que investiga las ramificaciones del caso Koldo, en una sesión que rápidamente adquirió un tono tenso y confrontativo. Sánchez llegó a calificar la sesión como un “circo” y una comisión de difamación, provocando la advertencia del presidente de la comisión, Eloy Suárez, quien le urgió a responder las preguntas concretas y le reprochó la falta de respeto hacia la Cámara.
Uno de los momentos más destacados se produjo cuando, por insistencia de Suárez, Sánchez admitió que, como secretario general del PSOE, “en alguna ocasión ha podido liquidar en efectivo del partido”, aunque aclaró que las cantidades nunca superaron los mil euros.
Financiación del partido: “limpia y transparente”
Pese a esta admisión, Sánchez defendió con firmeza que la financiación del partido es “absolutamente limpia, legal y regular”, asegurando que en el PSOE “no existen sobresueldos” y que es el partido “más transparente”.
El presidente aprovechó varias ocasiones para desviar la atención hacia los casos de corrupción que han afectado al PP, acusándolos de ser los responsables de los pagos “en negro”.
Medidas internas y expulsiones
En relación con José Luis Ábalos y Koldo García, Sánchez aseguró que ambos fueron apartados en cuanto se tuvieron indicios de “presuntas corruptelas”. Sobre Ábalos, explicó que la decisión de retirarlo del Ministerio obedeció a la necesidad de dar un impulso al Ejecutivo post-pandemia, y defendió haberlo “expulsado” del partido pese a los recelos de algunos dirigentes que consideraban que no había pruebas suficientes.
Críticas de la oposición
La sesión contó con duras intervenciones de la oposición. Eduard Pujol (Junts) acusó a Sánchez de intentar “culpar de todo al PP, a Europa, a Junts, a todo el mundo menos a sí mismo”, comparándolo con “Houdini o un trilero”. Por su parte, la senadora de UPN, Mar Caballero, le exigió la dimisión, señalándole como “el responsable último”.
Sánchez, respaldado por senadores afines, replicó criticando la “corrupción sistémica” de la derecha y defendió que la legitimidad para gobernar se decide “en las urnas”. Asimismo, defendió a su esposa, Begoña Gómez, frente a lo que calificó como “campaña tránsfoba”, y ratificó que el Gobierno de coalición progresista seguirá para largo.
Conclusión de una sesión intensa
La comparecencia dejó claro el enfrentamiento político en torno al caso Koldo: mientras la oposición presiona por responsabilidades políticas, Sánchez mantiene su defensa del partido y de su gestión, insistiendo en la legalidad de la financiación y en la continuidad del Ejecutivo progresista.