Los forenses no ven trastornos mentales en Miguel Ángel, que se autoinculpa en la muerte
La Audiencia Provincial de León celebra este miércoles la segunda jornada del proceso penal contra Miguel Ángel B. P., el hombre de 38 años acusado de causar la muerte de su padre en La Sota de Valderrueda. La sesión se centró en la exposición de los informes forenses y periciales, antes de la fase final del juicio.
Los profesionales de Medicina Legal detallaron ante el tribunal los resultados de la autopsia, que atribuye el fallecimiento del hombre, ocurrido el 2 de enero de 2024, a lesiones compatibles con una agresión contundente. Según explicaron, la víctima presentaba impactos de carácter violento cuya gravedad resultó finalmente “letal”.
Ante la familia: "Soy el responsable"
En el transcurso de la vista el principal acusado, ante parte de su familia, no ha dudado en responsabilizarse de lo sucedido.
Miguel Ángel B. P. ha asegurado que el día de los hechos bebió "mucho" pero que eso no le impide deslindarse de la realidad. De este modo indicó que "lo que ha ocurrido es mi responsabilidad. Soy consciente de lo que hice, del fallecimiento de mi padre y soy el responsable y el causante".
Al mismo tiempo ha remarcado que tiene un carácter agresivo, que lo ha tenido siempre, y que no duda en responder cuando se siente amenazado o entiende que puede existir una amenaza sobre su persona aunque la misma no fuera real.
Autopsia y análisis pericial: lesiones de origen violento
El examen post mortem confirmó la existencia de múltiples traumatismos, que los especialistas consideran compatibles con golpes y patadas. Estos daños se remontan a la tarde del 29 de diciembre de 2023, cuando se produjo la discusión entre padre e hijo en la vivienda familiar, según la reconstrucción aportada en la primera jornada por los testigos.
Los forenses relataron el proceso de evaluación del cuerpo y precisaron que las heridas que presuntamente causó Miguel Ángel B. P. “no pueden explicarse por una caída accidental”, sino por un episodio agresivo. La secuencia clínica, añadieron, fue coherente con la rápida evolución hacia el empeoramiento que llevó al ingreso hospitalario y al posterior fallecimiento.
Informe de imputabilidad: sin trastorno mental apreciado
Además de la autopsia, el tribunal examinó las conclusiones del informe de imputabilidad del acusado. El equipo psiquiátrico que intervino en su evaluación días después del suceso señaló que no se detectó ningún trastorno mental, ni tampoco alteraciones vinculadas al consumo de alcohol o drogas que afectaran a su capacidad para comprender la naturaleza de sus actos.
Los expertos explicaron que el hombre afirmó no recordar lo ocurrido desde momentos previos al incidente hasta su detención. No obstante, indicaron que esa falta de memoria es compatible con lo que la literatura forense denomina amnesia de conveniencia, un fenómeno habitual en determinados contextos judiciales.
El juicio encara su recta final
En la sesión también se puso de relieve que el acusado no necesitó atención sanitaria tras su detención y que los equipos de emergencias lo encontraron “más calmado” cuando llegaron al lugar. Con las declaraciones periciales, la vista oral entra en su fase final, antes de que las partes presenten sus conclusiones y el tribunal quede en disposición de dictar sentencia.