Carrocera y Cuevas de Viñayo se movilizan contra la posible reapertura de la cantera
Medio centenar de vecinos de Carrocera y Cuevas de Viñayo alzaron la voz este sábado, 9 de agosto, en una concentración convocada para mostrar su rechazo al proyecto de reapertura de la antigua cantera de caliza, clausurada desde hace décadas. La protesta, promovida por residentes del municipio y respaldada por colectivos ecologistas como la Asociación Luna Verde, visibilizó el creciente malestar ante una actividad que podría prolongarse durante medio siglo y alterar de forma irreversible la vida y el paisaje de la zona.
Por la salud, el entorno y el futuro de la comarca
El motivo principal de la oposición es la pérdida de calidad de vida para los vecinos, el perjuicio al medio ambiente y el riesgo para la salud pública. “La cantera se sitúa peligrosamente cerca de vecinos que viven aquí todo el año”, señalaron los organizadores, insistiendo en que no se trata solo de una cuestión ambiental, sino de bienestar y seguridad para la población.
Aunque el proyecto sostiene que la explotación se encuentra a más de 1.800 metros de las viviendas, asociaciones como Luna Verde y Ecologistas en Acción desmienten esta afirmación: aseguran que la distancia real es inferior a 400 metros respecto a las casas de Cuevas y Carrocera. Esa cercanía supondría una exposición directa a polvo en suspensión, ruidos por voladuras y maquinaria pesada, vibraciones que podrían afectar a las estructuras de las viviendas, así como un descenso en la calidad del aire.
Denuncias por actividad ilegal
Durante la concentración, los vecinos denunciaron también los movimientos de maquinaria observados en la antigua cantera en las últimas semanas, pese a que el proyecto aún está pendiente de evaluación y no cuenta con una Declaración de Impacto Ambiental favorable ni autorización administrativa en vigor.
Tanto Luna Verde como otros colectivos locales han presentado una denuncia ante el Seprona, solicitando que se investiguen los hechos y se paralicen de inmediato las actuaciones, que consideran ilegales. “Cualquier intervención extractiva sin resolución ambiental constituye una infracción directa de la normativa vigente”, recuerdan.
Un entorno natural amenazado
La zona afectada no solo es un espacio de alto valor paisajístico, sino también un hábitat para especies protegidas como el oso pardo, el desmán ibérico, el águila real o el milano real. Además, el entorno forma parte del trazado del Camino de Santiago Olvidado, una ruta histórica en auge por su riqueza patrimonial y natural.
Desde Luna Verde critican que el estudio de impacto ambiental presentado por la empresa promotora contiene “corta y pegas” de otros proyectos ajenos a la zona, con datos erróneos o falseados, lo que consideran una muestra de “desdén hacia los pueblos afectados”.
Una comarca que quiere decidir
La concentración de este sábado marca el inicio de una movilización vecinal que pretende prolongarse hasta conseguir la paralización definitiva del proyecto. “No se puede hipotecar el futuro de un territorio por intereses extractivos que no dejan más que destrucción a su paso”, señalaron los participantes.