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El descarrilamiento de un tren de Feve entre Boñar y La Ercina deja a diez pasajeros atrapados sin heridos

Imagen de los pasajeros abandonando el lugar tras las llegada de la Guardia Civil.
El incidente vuelve a poner en evidencia las deficiencias de la red ferroviaria de cercanías en León, paralizando la circulación en la línea León–Guardo

Un tren de cercanías de la línea León–Guardo, el convoy 71085 según ha confirmado Renfe, descarriló a las 17:50 horas a la altura del kilómetro 36+700, en el tramo comprendido entre Boñar y La Ercina, después de que un bogie –el conjunto de ruedas que sostiene el vagón– se saliera de la vía.

El tren, en el que viajaban una decena de pasajeros, quedó inmovilizado en una zona de vía única, lo que obligó a una evacuación organizada a pie por parte de la Guardia Civil. Los pasajeros fueron acompañados durante 300 metros hasta el apeadero de Barrillos, desde donde fueron reubicados y trasladados en taxi a sus destinos.

Según fuentes de seguridad, ninguno de los pasajeros resultó herido y no fue necesaria la asistencia sanitaria. Sin embargo, los afectados mostraron su malestar por el suceso, al tratarse de un nuevo capítulo en una larga lista de incidencias en la red de cercanías de ancho métrico en la provincia.

Colapso en la línea y malestar creciente

El incidente obligó a interrumpir completamente la circulación ferroviaria entre León y Guardo. El corte de la línea afectó también a otros servicios, como el tren regional procedente de Bilbao, que acumulaba cerca de dos horas de retraso a las 18:30 horas, dejando a decenas de pasajeros en situación de incertidumbre.

Adif activó un Plan Alternativo de Transporte por carretera entre Matallana y Cistierna, pero los usuarios critican que estas soluciones “llegan tarde y mal” y que el problema de fondo sigue siendo la falta de inversión y modernización del trazado ferroviario de Feve. “Es indignante que en pleno siglo XXI sigamos teniendo que caminar por el monte por culpa de un tren”, señalaba uno de los pasajeros afectados.

Deficiencias crónicas

El suceso pone de nuevo sobre la mesa las deficiencias crónicas de la red de Feve en León, una infraestructura esencial para las comunicaciones en zonas rurales como la Montaña Oriental Leonesa. Colectivos ciudadanos y usuarios han denunciado en múltiples ocasiones el deterioro progresivo del servicio, con problemas como vagones sin calefacción en invierno, filtraciones, averías y retrasos frecuentes.

Además, este tipo de interrupciones tienen efectos negativos en la economía local, especialmente en época estival, cuando los trenes turísticos y rutas de naturaleza suponen un impulso para el turismo rural.

El descarrilamiento de este 13 de junio, aunque sin consecuencias físicas, reaviva el debate sobre el futuro de la red de ancho métrico y la urgencia de una inversión estructural real en la movilidad del medio rural leonés.