14 víctimas del franquismo regresan a casa tras casi 90 años | La ARMH entrega este 1 de mayo los restos de represaliados exhumados en Busdongo y Sena de Luna en dos actos públicos de memoria y justicia
“Florentino, Elías, Manuel, Pedro…” Los nombres resuenan en las voces de los familiares que, este 1 de mayo, volverán a tener un lugar donde recordar. Son cuatro de los siete vecinos de Villamanín asesinados en noviembre de 1937 y enterrados en una fosa común junto al cuartel de la Guardia Civil de Busdongo, exhumados por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) en abril de 2023.
Busdongo: detrás del cuartel, siete vidas silenciadas
Los cuerpos fueron arrojados allí tras la caída del frente republicano en la frontera con Asturias. Junto a ellos, también fueron recuperados los restos de dos ferroviarios y un joven miliciano, todos ellos ejecutados “por su implicación en la defensa de la II República”, según confirma la ARMH en base a documentación del Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca.
Este jueves, a las 11:30 de la mañana, sus restos serán entregados en un acto sencillo y emotivo en el cementerio municipal de Villamanín, donde serán inhumados en un nicho cedido por el ayuntamiento. “La recuperación de estos cuerpos es un acto de justicia, pero también una deuda moral que teníamos como sociedad”, han señalado desde la asociación.
Sena de Luna: la represión también alcanzó a las mujeres
El mismo día, a las 16:30 horas, tendrá lugar otro acto público, esta vez en Casares de Arbas, donde se entregarán los restos de siete vecinos fusilados en el paraje de Matamala de Aralla de Luna. Todos ellos eran afiliados a la CNT y fueron asesinados en noviembre de 1937. Pero no solo ellos sufrieron la represión: “algunas de sus mujeres, hermanas y vecinas también acabaron en la cárcel y fueron expoliadas”, recuerda la ARMH en su nota.
La fosa, situada a más de 1.500 metros de altitud en el nacimiento del río Aralla, fue exhumada en junio de 2024 en condiciones extremadamente complicadas. El equipo de voluntarios y voluntarias tuvo que sortear la falta de acceso para recuperar unos restos en muy mal estado, lo que ha impedido realizar identificaciones genéticas individuales.
Las víctimas fueron: Sergio Alonso González, Laurentino Cañón Morán, Lisardo y Manuel Febrero Rodríguez, Lorenzo y Tomás Rodríguez Martínez. A todos ellos, “vecinos de Casares de Arbas”, se les rendirá homenaje con una inhumación colectiva en el cementerio de su localidad natal.
Memoria, justicia y reparación
Los actos no solo pretenden dar sepultura a quienes fueron enterrados en el olvido. Son también una forma de reivindicar una historia oculta durante décadas. “Entregamos también a las familias un informe con toda la documentación recabada durante el proceso de exhumación, con el que buscamos reconstruir lo que el silencio oficial borró”, explican desde la ARMH.
Ambos actos forman parte del trabajo continuado de esta asociación, que desde el año 2000 ha exhumado más de 1.800 cuerpos en fosas comunes por todo el país. Lo hacen gracias a la colaboración de voluntarios, investigadores y familiares que se niegan a permitir que las víctimas del franquismo sigan sin nombre, sin historia y sin descanso.