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El incendio más largo del verano en León se da por sofocado: Fasgar apaga sus llamas tras casi dos meses de lucha

Imágenes de los incendios en Fasgar y Boca de Huérgano. Fotografías de Peio García y Mirian Chacón
Imágenes de los incendios en Fasgar y Boca de Huérgano. Fotografías de Peio García y Mirian Chacón (18)
Imágenes de los incendios en Fasgar y Boca de Huérgano. Fotografías de Peio García y Mirian Chacón-
Imágenes de los incendios en Fasgar y Boca de Huérgano. Fotografías de Peio García y Mirian Chacón
Las llamas son apreciables a kilómetros de distancia.
Un helicóptero trabaja en el incendio de Yeres, en León
Un vecino de Boca de Huérgano observa el avance de las llamas.
La pequeña localidad de Fasgar se encuentra amenazada por un incendio forestal
Varios vecinos observan el fuego.
El fuego iniciado el 8 de agosto por un rayo en el valle de Omaña se ha extinguido apenas cuatro días antes de cumplirse dos meses desde las primeras alarmas

El incendio que comenzó el pasado 8 de agosto con un rayo en la montaña leonesa ha quedado finalmente sofocado, apenas cuatro días antes de cumplirse dos meses desde que se decretaron las primeras alertas. Se trata del incendio más largo del verano en León, con 36 días activos y más de cinco semanas de trabajo incesante por parte de miles de efectivos.

Las llamas afectaron especialmente al valle de Omaña, donde localidades como Fasgar, Anllares y Llamas de la Cabrera vivieron jornadas interminables de humo, desalojos y miedo. El fuego de Fasgar ha sido el más virulento y doloroso, dejando tras de sí un paisaje ennegrecido y un profundo impacto emocional en sus vecinos.

“Convivimos con el fuego”

“Convivimos con el fuego. Ya nos hemos acostumbrado al olor a quemado, a respirar humo, a verlo todo negro”, confesaba en su día Rosi Fernández, propietaria de un bar-albergue en Fasgar. Durante semanas, Rosi se volcó en preparar bocadillos para los equipos de extinción mientras veía cómo el entorno que amaba se consumía lentamente.

El incendio ha transformado la rutina de un valle conocido por su tranquilidad y sus temperaturas frescas en verano. “Por lo que dicen los bomberos, el monte está muy enraizado; la raíz abajo sigue quemada, a medio apagar, y hay tanto combustible que se vuelve a prender”, relataba hace unas semanas la vecina, que ahora espera que el fin del fuego traiga también un nuevo comienzo.

Evacuaciones y noches en vilo

Los pueblos de Fasgar, Vegapujín, Posada de Omaña, Torrecillo, Barrio de la Puente o Lombillo de los Barrios fueron evacuados hasta en dos ocasiones y sufrieron confinamientos. Unas 300 personas vivieron un agosto de incertidumbre, pendientes de la dirección del viento y de la resistencia de las brigadas forestales.

Una Reserva de la Biosfera herida

El fuego ha arrasado buena parte del valle de Omaña, declarado Reserva de la Biosfera por su riqueza en abedules, pinares y piornos. “Antes era un volcán de llamas; ahora salen pequeños focos, ya casi no les das importancia”, lamentaba Rosi, resignada ante la pérdida de un paisaje que forma parte de su identidad.

La alcaldesa de Murias de Paredes, María del Carmen Mallo, expresó entonces el cansancio colectivo: “Estamos físicamente destrozados; psicológicamente no lo vamos a poder superar”. La regidora reclama un pacto de Estado contra los incendios: “Que los políticos se pongan de acuerdo para que esto no vuelva a pasar”.

La reconstrucción, el siguiente reto

Con las llamas extinguidas, la mirada se dirige ahora al futuro. “A ver si lo dan por extinguido y podemos solicitar ayuda y recuperar algo de lo que queda”, señala Rosi, que tuvo que cerrar su bar durante tres semanas.

El turismo rural, la hostelería y el Camino Olvidado, que atraviesa la zona, esperan ayudas para reactivarse. Los ganaderos, sin pastos disponibles, afrontan una situación crítica. Fasgar y sus pueblos vecinos comienzan así un nuevo capítulo: el de la reconstrucción tras el incendio más largo del verano leonés.


110.000 hectáreas arrasadas

La provincia de León concentra el 30% del total nacional de superficie quemada en los grandes incendios de 2025

León vuelve a arder como nunca. La provincia se ha convertido este verano en el territorio más castigado por los incendios forestales de toda España, en una de las temporadas más devastadoras que se recuerdan. Según los últimos datos de Educación Forestal, los fuegos han calcinado más de 130.000 hectáreas y obligado a desalojar a más de 10.000 vecinos de medio centenar de municipios.

Los denominados grandes incendios forestales (GIF) —aquellos que superan las 500 hectáreas quemadas— han tenido un impacto especialmente grave en León. De los 64 GIF registrados en España en 2025, diez se produjeron en territorio leonés, con 109.082 hectáreas devastadas, una cifra que representa casi un tercio del total nacional. Detrás de León se sitúan Orense (105.303 hectáreas), Cáceres (34.700) y Zamora (33.160), en un año que ha dejado 362.917 hectáreas arrasadas en todo el país. Casi la mitad de esa superficie —un 46,29%— se concentra en Castilla y León, que vuelve a ser la comunidad más castigada por el fuego.

Llamas de Cabrera, el fuego que arrasó Las Médulas

Entre los siniestros más graves figura el incendio de Llamas de Cabrera, considerado el tercero más devastador de España en este 2025. El fuego, que se originó en agosto por un rayo, permaneció activo durante casi dos meses, destruyendo 26.235 hectáreas y afectando al entorno de Las Médulas, declarado Patrimonio de la Humanidad. En su extinción participaron más de 150 medios terrestres y aéreos de la Junta, el Ministerio para la Transición Ecológica y la Unidad Militar de Emergencias.

Boca de Huérgano, Páramo del Sil y Almanza, otros focos críticos

El segundo incendio más grave en la provincia fue el de Boca de Huérgano, que se extendió por 18.946 hectáreas en pleno Parque Regional de Riaño y Mampodre, una de las zonas de mayor valor ecológico del norte leonés. También destacó el fuego de Páramo del Sil, en el Bierzo, con 7.865 hectáreas calcinadas, y el de Canalejas, en Almanza, que destruyó otras 7.026.

Castilla y León, la gran zona cero del fuego en España

A nivel nacional, el incendio más devastador de este año fue el de Molezuelas de la Carballeda (Zamora), con 38.533 hectáreas arrasadas, que además afectó al sur leonés. Le siguió el de O Barco de Valdeorras (Orense), con 37.970 hectáreas calcinadas. Ambos, junto a los de León, configuran un mapa negro del fuego en el noroeste peninsular, donde la sequía extrema, las altas temperaturas y la acumulación de combustible vegetal han convertido el verano de 2025 en uno de los más catastróficos de la historia reciente.