Los incendios del verano de 2025 dejan en León un balance devastador: pérdidas que alcanzan los 477,5 millones de euros
Un grupo de miembros de la Asociación Cultural ProMonumenta, dirigidos por David Gustavo López, ha realizado un completo estudio sobre los daños causados por los incendios de este verano en la provincia de León.
Se trata de un informe en el que se detallan los daños sobre el patrimonio arqueológico, arquitectónico, etnográfico y natural. Además se apunta la valoración económica de dichos costes, y de las medidas tomadas desde la administración, para paliar estas pérdidas.
La factura del fuego: casi medio millar de millones
Según este exhaustivo informe elaborado por Promonumenta, las pérdidas totales derivadas de los incendios ascienden a 477.487.833 euros, una cifra que engloba daños medioambientales, patrimoniales, etnográficos y materiales, además de los costes de extinción imputables a los habitantes de la provincia.
El fuego arrasó 129.836 hectáreas, afectando gravemente a espacios naturales de alto valor, como Las Médulas —Patrimonio Mundial de la Unesco—, los hayedos de Picos de Europa, los abedulares de Fasgar y Montrondo, y los grandes robledales de montaña.
Pérdidas forestales: 429,5 millones
El análisis económico parte de estimaciones del Colegio Oficial de Ingenieros Forestales, que sitúa los costes en 19.000 euros/ha por extinción y 3.000 €/ha por restauración forestal, a los que Promonumenta añade 308 €/ha por daños complementarios (apicultura, resinas y otros). Así, la recuperación de la superficie afectada alcanza los 429.497.488 euros.
A esta cuantía se suman daños ecológicos difícilmente evaluables: pérdida de biodiversidad, degradación de ecosistemas, mayor vulnerabilidad a plagas y afectación a especies en peligro.
Costes de extinción
Los estudios citados por Promonumenta —procedentes de ASEMFO y universidades de Valencia y Córdoba— sitúan el coste medio de extinción en 19.500 euros/ha. Aplicado a las hectáreas quemadas, el total asciende a 2.531.802.000 euros.
Asumiendo que este gasto se reparte entre la población española (49,4 millones de habitantes), la carga imputable a los habitantes de León (446.326 vecinos) alcanza 22.854.855 euros, cantidad que el informe contabiliza como impacto económico directo para la provincia.
Golpe al patrimonio histórico-artístico: 7,46 millones
Los incendios arrasaron y dañaron enclaves arqueológicos y monumentales de extraordinario valor. Entre los más afectados destacan:
Calzada romana de Valdería: 87.720 €
Monasterio de Santa María de Nogales: 65.000 €
Corona de Quintanilla y castro de Huerña: 20.000 €
Minas auríferas de La Valduerna: 554.450 €
Castros de Cabrera: 20.000 €
Suelos de Peñalba de Santiago: 480.000 €
Aula Arqueológica: 1.700.000 €
Ermita de San Pablo en Orellán: 150.000 €
Arnado: 13 casas etnográficas (2.340.000 €) + herrería medieval (180.000 €) + cortines (39.000 €)
Lusio: recuperación total del núcleo tradicional - 6.600.000 €
Daños en fiestas y tradiciones: 160.000 €
El total asciende a 10.579.000 euros.
Daños adicionales y una factura de 477.487.833 euros
A la destrucción patrimonial se suman pérdidas materiales en poblaciones como Villamontán de la Valduerna, Quintana y Congosto, Palacios de Jamuz o Castrocalbón. Reedificar viviendas, desescombrar y restaurar edificios requerirá 7.096.300 euros. El total, un mapa de desolación: 477,5 millones de euros
Sumados los daños al patrimonio natural, histórico y etnográfico (447,5 millones) y los costes de extinción repercutidos en León (22,85 millones), el impacto económico definitivo asciende a 477.487.833 euros.
Promonumenta concluye que la magnitud de los daños exige una estrategia de recuperación ambiciosa y coordinada, así como una revisión profunda de los planes de prevención, vigilancia y respuesta ante incendios. Según la asociación, la destrucción del verano de 2025 “marca un antes y un después en la conservación del patrimonio leonés”.
Un verano marcado por el fuego en toda la provincia
El informe elaborado por Promonumenta sobre los incendios del verano de 2025 dibuja un panorama especialmente preocupante en diversas comarcas leonesas. La entidad documenta una sucesión de grandes incendios que afectaron de manera significativa a espacios naturales protegidos, montes de alto valor ambiental y áreas vinculadas al patrimonio etnográfico.
Las zonas más castigadas se concentran en el noroeste provincial —Alto Sil y Laciana—, pero el fuego alcanzó también áreas de Cabrera, Maragatería, Valdería y el entorno de La Bañeza, generando un impacto acumulado que la asociación califica como uno de los más severos de la última década.
Alto Sil y Laciana: los incendios más extensos del verano
Promonumenta identifica entre los focos más destructivos el declarado en Robledo de las Traviesas y Montealegre, que afectó áreas de alto valor ecológico del Alto Sil, incluyendo masas forestales esenciales para la biodiversidad local.
Otro gran incendio se registró en Páramo del Sil y Matalavilla, avanzando por laderas de elevado interés ambiental y comprometiendo zonas de uso ganadero tradicional.
En el área de Laciana, los incendios de Villaseca de Laciana y Villager supusieron un nuevo golpe para una comarca ya castigada por episodios similares en años anteriores.
Maragatería y Valdería: riesgo para rutas históricas y zonas de braña
El documento de Promonumenta también detalla los perjuicios causados en el entorno de Val de San Román, Castro de Marentes y áreas de La Valdería, donde ardieron montes próximos a caminos históricos, zonas de braña y áreas de aprovechamiento tradicional.
A estos focos se suman los registrados entre Nogarejas y Castrocontrigo, área que cuenta con antecedentes de grandes incendios y que vuelve a situarse entre las más vulnerables del mapa provincial.
Más incendios en Cabrera y el sur de León
En la comarca de Cabrera, Promonumenta recoge los incendios de Silván y Castrillo de Cabrera, que afectaron masas arboladas de fuerte pendiente y difícil acceso.
En el sur de la provincia destacan los incendios entre Suerra y Bornales, próximos a zonas agrícolas y forestales de transición hacia La Bañeza.
Llamada de atención sobre la protección del patrimonio
El informe insiste en que la sucesión de incendios no solo afecta al paisaje natural, sino también a elementos del patrimonio material e inmaterial: caminos tradicionales, estructuras de uso ganadero, espacios de braña y entornos de antiguos asentamientos.
Promonumenta subraya que la reiteración de grandes incendios en áreas como Cabrera, Alto Sil y parte de Valdería incrementa el riesgo para bienes de alto valor cultural y paisajístico, y reclama planes de prevención más ambiciosos y coordinados.
Una provincia en estado de alarma ambiental
La asociación concluye que el verano de 2025 pone de manifiesto la creciente vulnerabilidad del territorio leonés ante el fuego, tanto por la expansión de grandes masas forestales poco gestionadas como por la incidencia de las altas temperaturas.
El documento —concebido para sus socios de honor— pretende servir de base para futuras acciones de defensa del patrimonio y para exigir una respuesta institucional más eficaz ante un problema que, según advierte la entidad, volverá a repetirse si no se abordan sus causas estructurales.