El jurado declara culpable al acusado del parricidio de La Sota de Valderrueda

El jurado popular del juicio por el parricidio ocurrido en La Sota de Valderrueda (León) emitió este jueves un veredicto claro: el acusado es culpable por unanimidad de la muerte de su padre. Además, los miembros del jurado estimaron también por unanimidad la alevosía y, por mayoría de ocho a uno, la existencia de ensañamiento en los hechos.

El jurado declaró igualmente culpable al procesado por el delito de lesiones cometido contra su hermano durante el mismo episodio.

Peticiones de pena: de la prisión permanente revisable a su rebaja

Tras conocerse el veredicto, el Ministerio Fiscal anunció que concurren en el caso el atenuante de embriaguez y el agravante de parentesco, por lo que modificó su petición inicial de prisión permanente revisable y reclamó finalmente: 28 años de prisión por asesinato; 10 años de libertad vigilada y 10 años localizable.

Además prohibición de acercarse a la esposa e hijos de la víctima y de residir en La Sota de Valderrueda durante 28 años y tres meses de multa por el delito de lesiones, con una cuota diaria de 10 euros

La acusación particular, que también había solicitado prisión permanente revisable, elevó la solicitud a 29 años de prisión por asesinato. La defensa, por su parte, reclamó la pena mínima y dejó abierta la opción de adoptar otras medidas “en su momento”.

“Yo soy culpable”: la declaración del acusado

Durante su intervención ante el jurado, el acusado reconoció los hechos y asumió su responsabilidad. Atribuyó la agresión mortal a una ingesta “extremada” de alcohol: “Yo soy culpable; claro que soy culpable de provocar la muerte por golpes a mi propio padre, sin ningún motivo, por la ingesta extremada de alcohol, una intoxicación etílica, es tan simple como eso”, afirmó.

También aseguró que no era plenamente consciente de sus actos: “Simplemente no identificaba lo que estaba haciendo ni me creo los hechos que me imputan hasta semanas después”, insistió, subrayando que la ingesta alcohólica “se fue de las manos completamente” y fue “altísima”.

Una agresión que comenzó con un grito: “Ayuda, que me mata”

Los hechos se remontan al 29 de diciembre de 2023. El acusado, que había estado de bares con uno de sus cuatro hermanos, regresó solo al domicilio familiar tras coger el coche a escondidas. Según testigos y la propia hermana, esperó a que su madre y otra hermana abandonaran la casa para entrar.

Pasadas las 20:00 horas, inició una discusión con su padre que derivó en una agresión en la cocina. En ese momento llegó el hermano con el que había estado alternando y escuchó la frase: “ayuda, que me mata”. Al entrar, encontró a su padre “lleno de sangre” y trató de protegerlo, lo que desencadenó una pelea en la que él mismo resultó herido.

Los vecinos ayudaron a contener al agresor hasta la llegada de la Guardia Civil. La víctima fue trasladada al Hospital de León, donde murió el 2 de enero de 2024 por un traumatismo craneoencefálico.

Vulnerabilidad de la víctima y ausencia de merma de capacidad

Las declaraciones de forenses, agentes y testigos llevaron tanto a Fiscalía como a la acusación particular a concluir que la ingesta de alcohol no produjo una intoxicación que afectara de forma relevante a la voluntad del acusado. También se destacó que la víctima era una persona especialmente vulnerable, dependiente para tareas cotidianas y con dificultades de movilidad.

Dos hermanos del acusado afirmaron que este había manifestado anteriormente que “era hora de dar paso a las nuevas generaciones” en referencia a su padre, aunque el jurado declaró este punto como no probado.

A la espera de sentencia

Con el veredicto ya emitido, el caso queda ahora en manos del magistrado, que deberá dictar sentencia en los próximos días y fijar definitivamente la pena para uno de los crímenes más impactantes ocurridos recientemente en La Sota de Valderrueda.