Villoria de Órbigo consolida su árbol de ganchillo y su belén como reclamo navideño con miles de visitantes

La Navidad en Villoria de Órbigo se ha convertido, un año más, en un auténtico fenómeno de atracción comarcal y provincial. Desde la inauguración oficial de su decoración navideña el pasado 6 de diciembre, miles de personas han pasado ya por la localidad para contemplar un belén de gran formato y un conjunto ornamental único, elaborado casi en su totalidad con ganchillo y trabajos manuales.

Lejos de perder impulso con el paso de los días, el interés se ha mantenido constante durante todo el mes, con un notable incremento de visitantes los fines de semana. Este domingo 28 no será una excepción: la previsión apunta a que volverán a ser cientos las personas que se acerquen hasta Villoria de Órbigo para disfrutar de su particular propuesta navideña.

Un belén de grandes dimensiones

Uno de los principales focos de atención es el nacimiento, que alcanza los 34 metros de longitud y se distribuye en hasta ocho espacios diferentes del casco urbano. El recorrido permite descubrir escenas variadas que recrean desde ambientes domésticos hasta mercados, paisajes invernales y representaciones populares, todas ellas confeccionadas punto a punto.

Este belén, junto con el resto de elementos decorativos, ha convertido las calles del pueblo en un itinerario continuo que invita a pasear con calma y a detenerse en cada rincón.

El árbol de ganchillo, símbolo del proyecto

Presidiendo la plaza se alza el conocido árbol de ganchillo, una estructura de 15 metros de altura cubierta por cientos de piezas multicolor tejidas a mano. Este elemento, que se encendió por octavo año consecutivo, se ha consolidado como la imagen más reconocible de la Navidad en Villoria de Órbigo y uno de los principales motivos por los que visitantes de distintas procedencias se acercan hasta la localidad.

La iluminación nocturna realza aún más el conjunto y multiplica el efecto visual del trabajo artesanal.

Novedades que suman atractivo

A la decoración tradicional se ha añadido este año un nuevo aliciente: un tren navideño que recorre el pueblo y que se ha convertido rápidamente en una de las atracciones más populares, especialmente entre el público familiar. La participación de “las Burbujitas” y los “Burbujitos” en el encendido reforzó el carácter festivo de la inauguración y marcó el inicio de semanas de intensa actividad.

Villa Aurea y el trabajo colectivo

Todo el proyecto está impulsado por la Asociación Villa Aurea, que coordina desde hace años el esfuerzo vecinal necesario para dar forma a cada elemento decorativo. La implicación de decenas de personas en labores de tejido, montaje y organización es una de las claves del éxito alcanzado.

Este trabajo en común no solo se traduce en un resultado estético llamativo, sino también en una fuerte implicación social que ha convertido la Navidad en un elemento vertebrador de la vida del pueblo.

Un flujo constante de visitantes

Desde el encendido del 6 de diciembre hasta este último fin de semana, la afluencia ha sido continua, con visitantes procedentes de distintos puntos de la provincia y de comunidades cercanas. Comercios y bares de la zona también han notado el impacto positivo de esta actividad, que ha situado a Villoria de Órbigo como uno de los destinos navideños más destacados del entorno rural leonés.

Con la llegada del último domingo del año, el belén y el árbol de ganchillo volverán a ser protagonistas de una jornada en la que el pueblo espera recibir, de nuevo, a cientos de personas atraídas por una Navidad tejida con paciencia, creatividad y trabajo compartido.