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"El alma entre brasas: El Capricho y la búsqueda de la carne perfecta"

El episodio 3 de la serie Meat My Master recorre con mirada íntima la Bodega El Capricho, en Jiménez de Jamuz, y desvela la filosofía vital de José Gordón, alma de un lugar único en el mundo

El episodio 3 de la serie Meat My Master recorre con mirada íntima la Bodega El Capricho, en Jiménez de Jamuz, y desvela la filosofía vital de José Gordón, alma de un lugar único en el mundo

En el pequeño municipio leonés de Jiménez de Jamuz se esconde uno de los templos de la carne más venerados a nivel mundial: El Capricho. 

Clasificado en el puesto número 6 de los 101 mejores restaurantes de carne del mundo, este enclave gastronómico es el protagonista del episodio 3 de la serie documental internacional Meat My Master. 

La producción, dirigida por el cineasta Santi Sarans y con Ekkehard Knobelspies como productor ejecutivo, ofrece una visión profunda y poética de este espacio donde la carne se transforma en arte.

El corazón del Capricho

En el centro del relato está José Gordón, propietario y visionario, quien no solo cría, selecciona y cocina el producto, sino que imprime en cada corte una filosofía de vida. La serie retrata su vínculo casi espiritual con los animales y con la tierra:

“El proyecto del Capricho es amor y energía. Y por eso intentamos que nuestros animales vivan felices”, confiesa Gordón con voz pausada, mientras recorre con la cámara las estancias donde sus bueyes descansan, crecen y envejecen en paz.

Su discurso, lejos de lo comercial, está cargado de pasión y entrega: “Cuando algo te sale desde el corazón y desde el alma, lo único que te preocupa es llevarlo a cabo, seguir un camino, camino que te está guiando el corazón”.

Más que carne: una cultura del tiempo

Uno de los momentos más reveladores del episodio se desarrolla en la sala de maduración de carnes, un espacio donde el tiempo parece detenerse. Allí, El Capricho se convierte en laboratorio, en museo y en altar.

“Aquí envejecemos nuestras cecinas. Es como un laboratorio de investigación. Es una de las cosas de las que más orgulloso me siento. Estoy convencido de que no existe nada igual en el mundo”, afirma Gordón con una mezcla de humildad y seguridad.

Un viaje sensorial y humano

El capítulo no solo muestra el proceso gastronómico, sino que propone una reflexión sobre el compromiso, el respeto y el valor de las cosas bien hechas. Meat My Master consigue captar no solo la técnica, sino la trascendencia emocional del proyecto El Capricho, un lugar donde la tradición convive con la innovación y donde cada plato cuenta una historia.

Un legado que trasciende fronteras

Este episodio se suma al reconocimiento internacional que la bodega ha cosechado en los últimos años. Pero más allá de listas o rankings, lo que emerge con fuerza en la pantalla es la convicción de José Gordón de que cocinar carne no es solo un oficio: es un acto de amor. Un legado que trasciende modas, tiempos y geografías.

Y eso, como él mismo diría, solo puede hacerse si se escucha “lo que te está guiando el corazón”.