Un Camino con nombre propio: Alfonso Mora peregrina por la vida de Mateo
Alfonso Mora Gil, sevillano de nacimiento y peregrino por vocación, suma un nuevo propósito a sus más de diez años recorriendo el Camino de Santiago: dar visibilidad a la historia de Mateo, un niño de cinco años con una enfermedad ultrarrara causada por la mutación del gen NEK8. Este gesto de solidaridad le llevó hasta el Bierzo, donde fue recibido por la vicepresidenta del Consejo Comarcal, Lorena Fernández, como muestra de apoyo institucional a su causa.
"Ahora mismo es incurable la enfermedad. Sus padres pelean a diario para que, si no le llega a Mateo, le llegue a otros niños", afirmó Mora con emoción durante el encuentro.
Una lucha contra el tiempo
La enfermedad de Mateo fue detectada en la semana 20 de gestación, cuando se diagnosticaron los primeros problemas renales. Desde entonces, su vida ha sido una sucesión de pruebas médicas, ingresos hospitalarios y trasplantes de órganos vitales como el hígado y el riñón. A pesar de su corta edad, también ha sufrido edemas pulmonares y actualmente padece una lesión cardíaca que podría requerir un nuevo trasplante.
La mutación del gen NEK8 provoca fibrosis en órganos vitales hasta su fallo completo. Solo se conocen cinco casos en el mundo con esta condición, y cuatro están localizados en España.
Frente a esta realidad, la familia de Mateo, residente en Parla (Madrid), ha impulsado la ONG ‘Una Vida para Mateo’ (Bizum ONG 06851) y la web asociacionunavidaparamateo.com para recaudar fondos que apoyen la investigación médica y la búsqueda de tratamientos.
El Camino como voz para los olvidados
Alfonso descubrió la historia de Mateo en redes sociales. “Vi a Mateo en un vídeo y fue un flechazo porque lo vi y me conmovió muchísimo. Entendí que esa era mi causa”, explica. Con esa motivación, se calzó las botas y emprendió el Camino una vez más, esta vez con una pancarta invisible que lleva grabado el nombre de un niño y una esperanza: lograr que la ciencia avance.
“El Camino es mágico. Sentía paz cuando caminaba, conocí a mucha gente de diferentes países y cada uno caminaba por una razón personal”, relata Mora, convencido de que este recorrido no solo tiene poder de transformación espiritual, sino también social.
Apoyo institucional y llamada a la solidaridad
La vicepresidenta del Consejo Comarcal, Lorena Fernández, expresó su admiración por el gesto del peregrino y su disposición a seguir colaborando en la difusión de esta iniciativa. Con la acogida a Mora, el Consejo Comarcal del Bierzo refuerza su implicación en causas solidarias y de concienciación social.
Este camino no se mide solo en kilómetros, sino en huellas que abren caminos a la esperanza. La historia de Alfonso y Mateo recuerda que la solidaridad también se escribe paso a paso.