"Dar conciertos es un subidón pero en la industria todavía hay mucho tufo misógino"
Para quien no conozca a Roni di Capo, o lo que es lo mismo, a la leonesa Verónica Costilla, quizá lo mejor sea escuchar qué han dicho de ella los 'grandes' del sector musical patrio: "Roni Di Capo es una de las reinas del rock’n’roll de nuestro territorio" (MondoSonoro); "la voz femenina que necesitaba el rock and roll patrio" (FreeRockin); "nueva diva de raíces bluesy- rock” (Ruta 66); "excelente intérprete, maravillosas canciones y toda una amalgama de géneros que son el reflejo del trabajo de tantos años en el mundo de la canción" (Peligrosamente Junto, Radio 3)… y así podríamos estar el día entero hasta llegar a la que quizá es su mejor definición, de boca de Ángel Lobo (Saltamontes, Radio 3): "Si digo que Verónica es una de las grandes cantantes de nuestro país, no creáis que estoy exagerando: es una artista que domina, como pocas, country western, rnr, rockabilly o swing". Casi nada.
Hechas las presentaciones, nos adentramos en el mundo Roni di Capo, para conocer algo más de la vida y obra de Vero, esta colosal artista leonesa, cuya melomanía le ha llevado de forrar sus carpetas del instituto con entradas de conciertos (sí, estas cosas se hacían en los 90) a llenar escenarios, pero también a compartir esa pasión desde su faceta de coach musical e incluso a prestar su voz para crear audiolibros, quizá sus facetas menos conocidas.
"Me dedico a cantar porque siempre ha sido mi pasión, desde pequeña", explica desde Madrid, donde actualmente está afincada y desarrolla su labor profesional. "Empecé pasados los veinte, cuando aún trabajaba en medios de comunicación como periodista musical, que fue mi forma de acercarme a la industria profesionalmente después de estudiar Comunicación Audiovisual", prosigue quien llegó a ser la responsable de la sección de música de la web de El País y quien no ha perdido ese gusto por la tecla: "Me gusta mucho escribir y lo sigo haciendo, aunque ahora en forma de canciones, tanto en inglés como en español, pero de vez en cuando escribo alguna crónica de conciertos".
"Con la docencia del canto empecé algo más tarde y, honestamente, como algo secundario y para sobrevivir, ya que dedicarse a cantar es francamente difícil", asegura. "Ahí he encontrado otra pata de mi vocación: me encanta dar clase y ayudar a otras personas a encontrar su voz, resolver confusiones y encontrar una forma más cómoda, fácil y funcional de cantar".
Su otra faceta: Coach musical
Entramos así en un sector más enraizado con lo cotidiano que con la imagen clásica de la diva del rock, etiqueta de la que Verónica no puede estar más alejada. "En el mundo de la voz hay muchas contradicciones y desinformación, así que mi faceta de coach vocal me encanta porque el método en el que me he certificado, que dura 3 años, se basa en la empatía y la funcionalidad; me fascina poder ayudar a otros descubrir otros caminos diferentes al que conocemos casi todos, que está basado en discursos anticuados y dañinos para la voz".
Verónica imparte esas clases de manera particular y personalizada pero también desde una academia madrileña en la que trabaja "para formar a futuros artistas", ayudándoles en la preparación de la titulación europea Rock School (no, esto no se hacía en los 90).
Pero volvamos a los escenarios. Quizá mucha gente haya visto sin saberlo a Verónica en acción, pues ha trabajado como corista de otros artistas en sus conciertos o actuaciones en televisión, por ejemplo, en La Voz Kids, o junto a El Barrio, Virginia Maestro, Kike Jambalaya o Xabier Grey, entre otros. También ha compartido tablas con gigantes internacionales como su admirada Imelda May, Mando Diao, The Hi-Risers o The Lords Of Altamont.
Una carrera musical al alcance de muy pocos
Logros al alcance de muy pocos que solo se explican con un vida dedicada a la música, con sacrificios y sinsabores, pero sin perder la sonrisa ni las ganas. "A lo largo de mi carrera musical, que comenzó hace casi veinte años, he trabajado diferentes estilos como rock, hard rock, rockabilly, garage, soul, swing, rhythm&blues, gospel y jazz, como cantante solista de bandas muy diferentes: Roni's Hot Aces (nombre elegido a raíz de mi pseudónimo Roni Di Capo), Sabbath Cadabra (tributo a Black Sabbath que monté en 2010), Tierra (grupo de rock en español donde compuse la letra de varios temas), The Moonstones (primera banda en la que milité), Evil, evil girrrls & The Malvados (show burlesque), Black Light Gospel Choir (uno de los coros gospel más importantes de Madrid) y bigbands como Crazy Cabin Big Band, Chattanooga Big Band (Patxi Urchegui), Walter Sax Big Band y Amaniel Big Band".
El fruto de todo este sembrado es Roni di Capo, su gran proyecto personal en el que vuelca todo su talento compositivo con dos discos y varios singles publicados. Pero también otros importantes proyectos paralelos en los que compagina versiones, creaciones propias y conciertos didácticos: Jazz Divas (dedicado a las voces femeninas del jazz), She! Can Do It (recorrido histórico de mujeres en la música) y Play It Again (canciones de películas). Y por si fuera poco, Verónica también es fundadora de She Rocks!, el primer tributo en Europa a las voces femeninas de los 50, junto a su compañera Isabel Fonseca.
"En el momento en el que lanzas tu música, te estás exponiendo: contando tus historias. Ahora mismo estoy publicando mis canciones poco a poco, como singles, y cada canción que va saliendo es un nuevo reto, una incertidumbre y al mismo tiempo una parte más que comparto y que puede servir a otras personas para evadirse o sentirse identificado con una letra que he escrito. Eso no tiene precio".
Discografía de Roni di Capo
Hace pocos meses Roni di Capo lanzó su último single, 'No te dejaré caer' en el que sorprendió con letra en español y un tema rockero, elegante y contundente producido de nuevo por Juan Navazo, que también estuvo a los mandos de su anterior trabajo Houdini (2023). Anteriormente con #SISTER (2022), producido por Bernardo Calvo (Carolina Durante, Depresión Sonora, Camellos), ya había llegado a más de 9.000 escuchas de Spotify en EE.UU. Su álbum homónimo Roni Di Capo (2020, Autoeditado y también producido por Bernardo Calvo), recibió excelentes críticas por parte de los medios musicales especializados de nuestro país. Además, tiene otro disco digital publicado: My Old Faves: A Tribute To The 40s & 50s (2018, Autoeditado).
No solo eso, en 2021 fue ganadora de la 2ª muestra de Talentos Femeninos que otorga la Comunidad de Madrid y La Noche En Vivo y en 2020 fue semifinalista de Rock Party, el concurso de bandas de Azkena Rock Festival, elegida entre más de 600 bandas inscritas en Madrid.
La música, desde dentro
Así que con todas esas tablas y experiencias a sus espaldas, seguramente la preciosa y muy trabajada voz de Verónica sea una de las más autorizadas para explicar qué se siente segundo antes de subirse a un escenario ante cientos de personas o para pasar revista al sector musical patrio y también, por qué no, al leonés. Vamos allá.
En la música, explica, "los mejores momentos suceden simplemente cuando estás en el escenario y todo fluye, sin problemas de sonido o de escucha y compartes esa energía con tus compañeros de banda y con el público, no importa que sea un escenario pequeño de un garito o un gran evento con mucha gente viéndote". "Tengo grandes recuerdos de muchos bolos, todos son especiales. Dar un concierto es un auténtico subidón de adrenalina que te conecta con tu propia esencia y, poder compartir esa desnudez y vulnerabilidad con los demás, es algo único. También es muy satisfactorio el momento en el que la gente se acerca a ti para felicitarte o darte las gracias, claro".
El lado oscuro de la industria
Hasta aquí lo bueno, pero ¿y el lado oscuro? "Lo peor, sin duda, es el tufo machista y misógino que todavía campa a sus anchas en esta profesión. Desde cualquier comentario machista en una prueba de sonido hasta todas las agresiones sexuales que siguen perpetrándose y pasando por el hecho objetivo y tangible de que sigue sin haber igualdad en los carteles de los festivales de este país".
"Por otro lado está la realidad de los trabajadores de la música en este país", reflexiona. "Los músicos somos trabajadores, no solo artistas o entertainers y, además, lo somos por cuenta ajena, salvo quien decida no serlo motu proprio. Nuestros derechos laborales están recogidos en el Estatuto del Artista y en el Convenio Colectivo de Salas de Fiesta, Baile, Discotecas, Locales de Ocio y Espectáculos. Aún así, en la mayoría de los casos, no se cumplen. Somos un gremio poco unido. Si nos pusiéramos de acuerdo para exigir esos mínimos, quizá mejoraría nuestra situación laboral", significa.
León, un panorama musical top
Y de los claroscuros del presente damos un salto al futuro. ¿Qué podemos esperar de Rodi di Capo próximamente? "Sigo componiendo y preparando nuevos lanzamientos en forma de singles, a mi ritmo, ya que soy cien por cien independiente y todo lo que ello conlleva, y espero poder volver muy pronto a León; el septiembre pasado estuve tocando en Cuadros, el pueblo de mi padre, y en 2022 en las fiestas de San Juan y San Pedro. Anteriormente en El Albéitar y hace muchos años en Studio 54 y algún otro garito ya desaparecido".
Antes de poner el punto y final, ¿cómo se ve el panorama musical de León desde la distancia? "León es mi ciudad, donde me crie, y a donde me encanta volver. Además, hay mucha música en directo gracias a promotores y locales que programan muy bien. Para ser una ciudad pequeña tenemos que estar orgullosos de su oferta de música en directo, y eso es gracias a los melómanos que tenemos por aquí trayendo a grandes bandas. Muchas veces son las mismas que yo voy a ver en Madrid".