Emotivo regreso de Essie Hollis a León
Essie ‘Helicóptero’ Hollis ha vuelto a volar, aunque esta vez sus pies se mantuvieran en tierra firme. A sus 70 años, Hollis ha regresado a León, ciudad que lo acogió entre 1986 y 1988 como uno de los jugadores más carismáticos que hayan vestido la camiseta del Elosúa León. Fueron solo dos temporadas, pero su impacto fue eterno: en la memoria de los aficionados aún resuenan sus vuelos hacia el aro y su inconfundible estilo.
Convertido en icono de aquella época dorada del baloncesto leonés, el estadounidense —que reside en Fort Lauderdale, Miami— ha querido reencontrarse con la ciudad y sus gentes. Este jueves, su presencia volvió a provocar emoción. Primero, paseando por sus calles. Luego, saboreando un almuerzo en el restaurante Tranches, donde compartió mesa con amigos, antiguos compañeros como Roberto Herreras, y veteranos del baloncesto leonés que lo consideran uno de los suyos.
“Cuando ellos llegaban al suelo, yo aún seguía en el aire”
El apodo de Helicóptero no era gratuito. Hollis se ganó esa fama por su capacidad para elevarse más allá del resto. Él mismo reconoce que “saltaba un segundo más tarde que mis compañeros y mis rivales. Por eso, cuando ellos llegaban al suelo, me veían a mí todavía en el aire. Y por eso me pusieron ese apodo. Pero en realidad era solo un truco”, confiesa entre risas.
Ese truco lo convirtió en leyenda. Llegado al baloncesto español en 1977 con el Askatuak, su trayectoria lo llevó a Vitoria, León y Hospitalet, entre otros destinos. Desde las gradas se le ovacionaba con admiración. Desde las canchas se le temía. En León, su etapa dejó una huella que aún perdura en los que lo vieron jugar... y también en quienes solo escucharon hablar de él.
Un reencuentro lleno de emoción con Urbano González
Pero si hubo un momento inolvidable en su regreso, fue el reencuentro con Urbano González Escapa. Ambos compartieron vestuario en los años dorados del baloncesto leonés. Hoy, la vida les ha reencontrado en circunstancias muy diferentes: Escapa lucha contra la ELA (esclerosis lateral amiotrófica), una enfermedad degenerativa que no ha logrado apagar su espíritu.
El abrazo entre Hollis y Urbano fue algo más que un saludo: fue la imagen viva de la hermandad forjada en el deporte. El encuentro, emotivo e íntimo, reunió también a otros históricos del baloncesto leonés en una jornada que quedará en la memoria de todos. “Ver a Urbano ha sido lo más especial de este viaje”, comentó Hollis, visiblemente emocionado.
León no olvida al ‘Helicóptero’ Hollis
La visita de Hollis incluyó también una recepción institucional por parte del alcalde de León, José Antonio Diez, en reconocimiento a su contribución al deporte leonés. Y no faltaron las muestras de cariño de los más jóvenes, que sin haberlo visto jugar, reconocen el legado de un ídolo del baloncesto.
Essie ‘Helicóptero’ Hollis no volará ya como antes, pero su regreso ha vuelto a elevar el alma de una ciudad que no lo ha olvidado. Porque, como demostró este reencuentro con Urbano, hay vuelos que no necesitan alas para alcanzar lo más alto.