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Los Hospitaleros Voluntarios se llevan el I Premio Hermann Künig de la Hospitalidad

Una dama atiende a un caminante vestido de peregrino santiagueño que demanda hospitalidad y que muestra un escrito. Ilustración del siglo XV, del Códice Manesse/ Heidelberg, Universitätsbibliothek Heidelberg.
Se trata de una distinción creada para poner en valor tanto a las personas como a las instituciones que destacan en el ejercicio de la atención altruista al peregrinaje.

La organización Hospitaleros Voluntarios, surgida hace 35 años por impulso de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, ha sido galardonada con el Premio Hermann Künig a la Hospitalidad, distinción creada para poner en valor tanto a las personas como a las instituciones que destacan en el ejercicio de la atención altruista al peregrinaje.

Este es el primer año en que se concede el Premio a la Hospitalidad, galardón que lleva el nombre de Hermann Künig, en razón a que este monje alemán, autor de la primera guía para el peregrino, escrita en el siglo XV, concibió su obra como una herramienta esencial para orientar los pasos del peregrino, al que denominó altruistamente como “hermano”, con el objeto de que este pudiese avanzar por el Camino gozando de seguridad y hospitalidad.

El Premio ha sido instituido por la Asociación de Amigos del Camino de Künig, entidad en cuyos estatutos establece entre sus fines esenciales la promoción y difusión de los temas jacobeos y del peregrinaje, así como  la defensa y promoción de los valores humanos en la peregrinación.

Terracota que representa a un peregrino medieval que avanza hacia Compostela, inspirada en la ilustración de la guía de Hermann Künig publicada en Leipzig en 1521, que se entregará como distintivo del Premio Hermann Künig de la Hospitalidad.

El jurado ha estado integrado por destacadas personalidades del mundo de la Cultura y la Peregrinación. Como presidente del mismo figura el filósofo Rogelio Blanco. Como vocales, Ana Isabel Barreda, Xoxé María García Palmeiro, José de Cora Paradela, Luis Gutiérrez Perrino, Teresa María Moreno Sanes, Manuel Alejandro González Flores, Tomás Álvarez y Apolinar Fernández Franco; este último como secretario de Actas.

El Premio se entregará el próximo mes de octubre, en un acto que tendrá como marco la Real Abadía de San Isidoro de León.

Voluntarios al servicio del peregrino

Entre las candidaturas presentadas se destacó la labor de Hospitaleros Voluntarios, organización que viene trabajando desde 1990 por los diversos caminos de peregrinación, siempre con la premisa de la voluntariedad y la solidaridad con los peregrinos.

Se trata de un colectivo muy numeroso en el que han participado desde su origen más de 10.000 personas procedentes de todos los continentes –más de 700 en el año 2024- practicando de forma altruista y gratuita la hospitalidad tradicional jacobea en decenas de albergues u hospitales a donativo.

Los participantes reciben formación como hospitaleros antes de acceder al trabajo de atención directa a los peregrinos en los albergues durante las 24 horas del día, de lunes a domingo.

La inmensa mayoría de los hospitaleros voluntarios son peregrinos sensibilizados por la labor altruista que han visto en su marcha y que luego toman la decisión de dedicar parte de sus vacaciones para atender a su vez a los viajeros que caminan a Compostela. Intervienen en turnos quincenales, a veces formando equipos de hasta cuatro voluntarios en los albergues grandes o uno sólo, en albergues y caminos menos frecuentados. Siempre practicando la Hospitalidad Tradicional Jacobea.

Hospitaleros Voluntarios en 2025

En este año 2025 están trabajando en albergues de Santa Cilia, Arrés, Zabaldika, Pamplona, Estella, Viana, Logroño, Grañón, Bercianos del Real Camino, El Burgo Ranero, Calzadilla de los Hermanillos, Calzada de Coto, La Virgen del Camino, Villadangos del Páramo, Ponferrada, Cacabelos, Castilblanco de los Arroyos, Alcuéscar, Puerto Béjar, Salamanca, Zamora, Puente Duero, Medina de Rioseco, Alfaro y Alcanadre. Algunos de ellos están abiertos durante todo el año, otros durante una temporada más reducida.

Al frente del colectivo se halla el Coordinador de Hospitaleros Voluntarios, quien forma parte de la Junta de la Federación de Asociaciones del Camino de Santiago. Desde el inicio de la organización se han sucedido al frente de esa responsabilidad cuatro coordinadores: José Ignacio Díaz, Francisco Sánchez, Ana I. Barreda y Manuel Oliva.

Un premio especial para realzar la acogida altruista al peregrino

El Premio Hermann Künig de la Hospitalidad, tiene como objetivo realzar la hospitalidad como valor histórico e identitario del Camino de Santiago; un objetivo de especial interés en la actualidad, cuando una ética más economicista y la propia influencia del poderoso sector turístico hacen que sea evidente un proceso de mercantilización de la acogida.

Desde el primer momento del debate, el Jurado hizo una valoración sumamente positiva hacia el papel de Hospitaleros Voluntarios, destacando además la calidad de las restantes candidaturas presentadas: la de José Luis Antón, conocido por su larga labor en el albergue Parroquial de Tosantos (Burgos), donde se acoge a los peregrinos en un régimen de marcada austeridad y espiritualidad; Pedro Robles Sierra, hospitalero colaborador del albergue de parroquial de las Agustinas de en Carrión de los Condes; y “La Flor del Valle”, un sencillo albergue a donativo, el primero creado en la variante del Camino recomendada por Hermann Künig en tierras leonesas, equipado, gestionado y sostenido por los vecinos del pueblo de Quintanilla del Valle.

La hospitalidad en el siglo XXI

Rogelio Blanco, presidente del Jurado, en el curso del debate sobre las candidaturas, recalcó la oportunidad de realzar la labor ejemplarizante de quienes – como Hospitaleros Voluntarios- tratan de sostener y promover el valor de la hospitalidad, recibiendo al viajero como amigo y hermano. “Porque la hospitalidad es el recibimiento del otro como hospes(amigo) y no como hostes(enemigo); un valor que en los últimos los años se pone en juego y que ciertos líderes no sólo niegan, sino que combaten”.

Instituido por una asociación sin ánimo de lucro y con escasos medios económicos, el Premio Hermann Künig a la hospitalidad consiste en una placa de terracota elaborada por la ceramista Marta Rivera, que refleja a un peregrino medieval en ruta a Santiago, y un diploma honorario de reconocimiento; un galardón que pudiera parecer humilde por la ausencia de retribución económica pero valioso por lo que tiene de reconocimiento público a una labor callada pero ejemplarizante para el resto de la sociedad.