"A León le falta marketing, tiene mucho que ofrecer pero la gente de fuera todavía no lo sabe"

María Victoria, o simplemente Mavi, como todo el mundo la conoce, puede presumir de ser una leonesa que cada mañana ve el mar. "Pasé unos diez años trabajando en Madrid en empresas de distintos sectores, una etapa que me sirvió para afianzar todo lo aprendido y, sobre todo, para seguir creciendo profesionalmente... pero con los años me di cuenta de que no era la ciudad donde quería envejecer ni formar una familia", explica la licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas con un Máster en Marketing, ámbito profesional al que se dedica. "Después de ese pensamiento, en apenas 15 días hice las maletas y me mudé a Gijón".

En la vecina Asturias Mavi ha encontrado el lugar ideal para desarrollar su proyecto familiar y profesional. "Tuve la suerte de encontrar un trabajo de lo mío y, poco a poco, hacerme un hueco en esta ciudad que ya forma parte de mí, aunque mi acento seguirá siendo siempre leonés", explica sin olvidar los buenos tiempos en la capital que ahora ve con añoranza desde el retrovisor: "Mi etapa en Madrid fue mucho más que trabajo: allí conocí a gente espectacular que hoy siguen siendo grandes amigos, viví algunos de los mejores años de mi vida, viajé todo lo que pude y exprimí la capital al máximo".

Una forma de vida

El marketing no es solo una profesión, es una vocación que se ha convertido en forma de vida para Mavi. "Me encanta todo lo que esta profesión ofrece", indica antes de explicar que "para algunos" el marketing es vender lo que la gente no quiere, pero yo lo veo justo al contrario: es ayudar a las personas a encontrar un producto o servicio que necesitan o que les hará la vida más fácil aunque aún no lo sepan". "Es una profesión que te obliga a estar al día, que exige creatividad, que te conecta con personas dentro y fuera de la empresa y que hace que cada jornada tenga algo distinto. Para mí, más que un trabajo, es una forma de divertirme cada día", asevera.

En un mundo siempre en movimiento, Mavi destaca precisamente eso, la capacidad que tiene el marketing para ofrece retos nuevos cada día y, además, plantearlo de manera "dinámica, creativa y amena". En el otro lado de la balanza, una reflexión muy extendida: "Todo el mundo cree que sabe de marketing por subir fotos a redes sociales… y ojalá fuera tan simple. El marketing va mucho más allá". 

Ciudades pequeñas

Mavi, además, es un ejemplo claro de que en el mundo laboral de alto nivel hay vida más allá de las grandes ciudades y, de hecho, cada vez son más quienes buscan salir de Madrid o Barcelona en busca de mejores condiciones de vida sin perder capacidad profesional. "Me enorgullece haber logrado dedicarme a lo que me gusta en una ciudad pequeña, algo que no siempre es fácil", indica. Aunque si hay algo de lo que, por encima de todo, se siente orgullosa es de "sobrevivir, literalmente, criando a tres niños en una ciudad sin abuelos cerca". 

Entre las ventajas de trabajar en una ciudad relativamente pequeña como Gijón y, a la vez cercana a la tierrina, es disponer de tiempo personal y familiar, especialmente cuando, como Mavi, eres un apasionado de viajar y conocer lugares y culturas diferentes, aunque reconoce que por cuestiones de crianza lo hace mucho menos de lo que le gustaría. "Cuando vivía en Madrid y mis únicas responsabilidades eran trabajar de lunes a viernes, compraba billetes de avión aprovechando ofertas locas y cada mes me escapaba a una ciudad europea distinta. Lo que no calculaba tan bien era que la estancia y la comida también contaban como gastos…", bromea.

"Lo mejor de León es su ambiente"

Y siempre, claro, León tiene un hueco prioritario para ella. "Lo mejor de León es su ambiente. Tiene una vida en las calles que pocas ciudades igualan: bares, terrazas, tapas… a cualquier hora. Y además es preciosa. Lo tiene todo", reconoce al tiempo que se define como "gran embajadora" de su tierra: "A todos los que se lo recomiendo, se sorprenden". ¿Y qué le falta? Pues, paradójicamente, "marketing": "Hay que creérselo un poco más. León tiene muchísimo que ofrecer y la gente de fuera no lo sabe". 

Por cierto, que el plan perfecto de Mavi, por si alguien quiere apuntarlo, pasa por "ir de tapas, por su puesto" y "no solo por el Cid y el Húmedo" y por "vivir" la Semana Santa tal y como ella hace y recuerda. "Para mí es una cita fija: cada año, cuando escucho la música de las bandas, se me ponen los pelos de punta. Me trae grandes recuerdos familiares viendo las procesiones con mis padres en los balcones de la farmacia. Es obligatorio rematar la Semana Santa con una galleta de papón de La Masera, son espectaculares".